El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha reclamado ante el Congreso de Estados Unidos el apoyo total a la guerra en Gaza, que incluye la aportación de más armas, y ha advertido de la amenaza de que representa Irán para la seguridad de Israel, de la región y del mundo. "Dennos las herramientas más rápido y acabaremos el trabajo más rápido", ha afirmado sobre la ofensiva israelí, que ya ha dejado a 39.000 palestinos asesinados desde que Hamás mató a 1.200 personas en su ataque del 7 de octubre. Es la primera vez que Netanyahu se dirigía al Congreso estadounidense desde que inició la guerra en la Franja de Gaza, y su presencia ha sido marcada por la ausencia de un gran número de legisladores demócratas que están en contra del alto coste en vidas que está suponiendo su guerra en Gaza, así como las protestas en el Capitolio, donde se concentraron cerca de 5.000 manifestantes propalestina. Unas protestas que, según el líder israelí, están "financiadas y promovidas por Irán", tanto es así, que tildó a los manifestantes "de idiotas útiles" de Irán.

"Victoria total en Gaza"

En un agitado discurso en el Congreso de los Estados Unidos, Netanyahu ha defendido que mantendrá la ofensiva en la Franja de Gaza hasta la "victoria total", todo y que, ha prometido que no ocupará la Franja cuando acabe la guerra. "Los Estados Unidos e Israel tienen que permanecer unidos. Cuando nos mantenemos unidos, sucede una cosa muy simple: nosotros ganamos, ellos pierden", ha apuntado Netanyahu en referencia a Irán y a Hamás, desvinculando la ovación de buena parte de los legisladores, en su mayoría republicanos dado que decenas de demócratas han boicoteado la comparecencia.

La invitación del primer ministro israelí a pronunciar un discurso al Congreso de EE.UU. era una propuesta del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, en medio de la creciente tensión entre Netanyahu y la Administración demócrata de Joe Biden por la guerra en Gaza. A pesar de que, el gobierno de Estados Unidos es el mayor suministrador de armas para Israel, se ha mostrado crítico con los bombardeos israelíes sobre zonas densamente pobladas, los ataques a hospitales y las restricciones en la entrada de ayuda humanitaria en el enclave palestino. Netanyahu no ha moderado su discurso y ha afirmado que lucharán contra Hamás hasta el final. Además, también ha puesto énfasis en las negociaciones que impulsan los Estados Unidos, Qatar y Egipto para conseguir un alto el fuego y la liberación del resto de rehenes secuestrados por el grupo islamista palestino.

El futuro para Gaza

Netanyahu ha advertido que tras de la derrota de Hamás podrá emerger "una nueva Gaza" y ha prometido que no tiene planes para reocupar el territorio, pero ha defendido que el Estado israelí tiene que mantener el "control de la seguridad" del enclave para garantizar que no se vuelva a convertir en una amenaza. Durante su discurso no ha hecho referencia a la formación de un gobierno único para la Franja cisjordana, ni a la creación de un Estado palestino independiente, que son los planes oficiales de Estados Unidos.

Mientras Netanyahu ha hablado, cerca de 5.000 personas protestaban contra su presencia en los alrededores del Congreso, totalmente blindado con vallas de seguridad, en una manifestación que ha contado con la presencia de la actriz y activista Susan Sarandon. En paralelo, dentro del hemiciclo, la congresista demócrata de origen palestino Rashida Tlaib ha lucido un abanico que acusaba a Netanyahu de "criminal de guerra" y cinco personas del público han sido expulsadas para llevar camisetas con consignas a favor de un alto el fuego.

Los planes del primer ministro israelí en Estados Unidos, incluye un encuentro este jueves con Joe Biden a quien ha tildado de "sionista", pero también para mostrar su apoyo a Donald Trump, a quien ha agradecido por haber trasladado durante su mandato la embajada estadounidense en Jerusalén y haber impulsado los Acuerdos de Abrahán para la normalización de relaciones entre Israel y sus vecinos árabes.