Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, hijo del dictador de Guinea Ecuatorial Teodoro Nguema Obiang, es juzgado en Francia por el llamado caso de los "bienes mal adquiridos". Teodorín, que se perfila como heredero de su padre, fue promovido a vicepresidente del país el año pasado, en una maniobra que muchos consideraron destinada a paralizar su juicio. Francia lo acusa de haberse enriquecido ilegalmente y de haber invertido su dinero en el Hexágono. Teodorín no ha comparecido al juicio y sus abogados han reclamado que se postponga. Además, han alegado que no hay motivos para juzgar Teodorín porque la legislación guineana no establece incompatibilidades, y por lo tanto no es ilegal en este país tener un cargo público y lucrarse mediante concesiones del Estado. Este miércoles los jueces decidirán si el juicio se retrasa o si continúa adelante.
Un asunto que se arrastra
El caso de los "bienes mal adquiridos" afecta a las familias de varios dictadores africanos: Bongo de Gabón, Sassou Nguesso de Congo, Bozizé de la República Centroafricana y Obiang Nguema de Guinea Ecuatorial. Teodoro Nguema Obiang fue denunciado por desvío de fondos públicos y corrupción por dos ONG francesas, Sherpa y Transparency International. Las autoridades francesas, al investigar el caso, descubrieron que Teodorín poseía un gran edificio en la parisina Avenue Folch, con peluquería y discoteca particular, y que en su aparcamiento tenía una docena de vehículos de alto lujo. Las autoridades francesas, en 2011, se apoderaron de los automóviles y de los bienes depositados en el edificio. Cuando Teodorín fue citado a declarar, se negó a comparecer y las autoridades francesas dictaron una orden de búsqueda y captura en verano de 2012. El gobierno guineano reaccionó declarando que el edificio del Avenue Folch era una sede diplomática guineana y no una vivienda particular, y nombrando a Teodorín segundo vicepresidente del país, en un intento de dotarlo de inmunidad diplomática. Pero los jueces franceses no aceptaron las alegaciones del gobierno guineano y mantuvieron la orden de detención. Los abogados de Teodorín negociaron que pudiera declarar por videoconferencia, comprometiéndose a que, si había juicio, el dirigente guineano iría a París. De esta forma en 2014 declaró ante el juez instructor por videoconferencia y se le levantó la orden de búsqueda y captura.
Un caso internacional
La familia de Obiang Nguema ha tenido múltiples enredos legales por asuntos de corrupción. En 2004 el Senado norteamericano denunció que las empresas petroleras ingresaban dinero en las cuentas del dictador y de altos funcionarios guineanos en el Riggs Bank; los responsables del banco habían actuado de forma incorrecta y el banco se vio obligado a cerrar. Más adelante las autoridades norteamericanas se enfrentaron a Teodorín por la posesión de una casa a Malibú y por la tenencia de grandes riquezas en territorio norteamericano. Finalmente llegaron a un acuerdo mediante el cual los bienes serían subastados y los beneficios irían a parar a causas benéficas en Guinea Ecuatorial. También las autoridades suizas, el pasado mes de noviembre, decomisaron 11 coches de gran lujo que supuestamente pertenecían a Nguema Obiang. A instancias de los jueces suizos, en Holanda se decomisó un yate de Nguema Obiang, de 76 metros de eslora. En Brasil estalló un gran escándalo durante el carnaval del 2015, cuando se supo que Teodorín había financiado uno de los grupos de samba de Río de Janeiro con 3,5 millones de dólares... La Fiscalía General de la República abrió una investigación sobre el tema.
Contraofensiva legal guineana
El gobierno guineano, intentando frenar el juicio de los bienes mal adquiridos recurrió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Reclamaba que Teodorín no fuera juzgado en Francia, alegando que como vicepresidente del país tenía inmunidad diplomática. En realidad, Teodorín había afirmado triunfalmente en su Facebook que no habría juicio. En diciembre la CIJ no aceptó esta demanda de inmunidad, pero instó al gobierno francés a que no volviera a autorizar la entrada de sus funcionarios al edificio de la avenida Folch hasta que los tribunales hubieran dictaminado sentencia firme sobre si este edificio disfruta o no de status diplomático. Paralelamente, la policía guineana detuvo a tres directivos del banco Société Générale de Banque en Guinée Equatoriale, filial de la francesa Société Générale de Banque, por violación del secreto bancario y por "espionaje": se les acusaba de hacer facilidad datos de las cuentas de Teodorín a la justicia francesa. A los tres ejecutivos, dos franceses y un español, se les retiró el pasaporte y se les acusó de estar "al servicio de los intereses ocultos" de Transparencia Internacional y Sherpa, y de la "justicia francesa". El informe oficial sobre las detenciones asegura que "El Gobierno de Guinea Ecuatorial, igual que la justicia y todas las instituciones del país, se mantendrán firmes y unidas contra este y todos los intentos de desestabilización procedentes de nuestros enemigos y tomarán las medidas necesarias para defenderse".
Teodorín y Le Pen
En mayo de 2016, en pleno conflicto con el ejecutivo francés por los bienes mal adquiridos, el gobierno guineano invitó a Jean-Marie Le Pen a la investidura de Obiang Nguema, en Malabo. Muchos medios franceses cargaron contra la invitación. Teodoro Nguema Obiang, como vicepresidente del país, les respondió a través de una nota que publicó en Facebook. En ella afirmaba que "Guinea Ecuatorial no tiene ningún problema de ningún tipo con Mr. Le Pen (...) que será bienvenido en Guinea siempre que quiera". En la nota aclaraba que "Las acciones del gobierno francés contra mí y contra Guinea Ecuatorial se han convertido en un disco rayado, un circo de payasos, del que ya estamos cansados; no tenemos miedo porque sus intenciones diabólicas no pasarán".
Un hombre sin complejos
En su página de Instagram, "Teddy Nguema" no tiene problemas al presumir de su vida cómoda. Junto a algunas fotografías de reuniones oficiales (no falta ni la foto de rigor con el matrimonio Obama), muestra muchas imágenes de viajes por el mundo: hoteles de lujo, estancias de placer en Norte-América, Asia y el Caribe, su magnífico avión privado... Tampoco se priva de ofrecer imágenes de sus caros hobbies: carreras con motos de película, obras de arte, una decena de coches de máximo lujo, una reproducción del vehículo de Batman (con un precio aproximado de un millón de euros), yates de lujo, un diminuto submarino...
También dedica unas fotografías a sus momentos de recogimiento religioso en la basílica de Guadalupe, una iglesia al estilo de San Pedro del Vaticano construida por su padre. Y no falta una nota amenazadora: ofrece fotos de sus prácticas de tiro, en alguna ocasión con uniforme militar y gafas de sol.
¿El heredero?
Obiang Nguema ha conseguido neutralizar, mediante la represión y la corrupción, a sus enemigos políticos. En este momento el principal problema para la estabilidad de Guinea Ecuatorial viene de la lucha por la sucesión. El dictador tiene 74 años y ya lleva 37 al poder. Su primera esposa, la influyente Constancia Mangue, presiona para que su hijo mayor, Teodoro Nguema Obiang, sea su sucesor. Otros miembros de la familia se oponen a ello, porque lo consideran como un desequilibrado, y apuestan por Gabriel Obiang Lima, hijo de la "Segunda Dama", la segunda esposa del dictador, una mujer originaria de Santo Tomé. Los inversores extranjeros también prefieren a Gabriel, pero Nguema Obiang se ha hecho fuerte usando las redes de clientelismo. Controla la Asociación de Hijos de Obiang, el principal grupo de jóvenes del PDGE, donde se le considera el "Hermano Mayor". Se ha involucrado en múltiples operaciones de propaganda, desde la entrega de juguetes a los niños por Reyes hasta el reparto de billetes cuando visita los poblados. Los únicos medios de comunicación privados de Guinea son TV y Radio Asonga, de su propiedad y consagrados a hacerle publicidad. De esta forma ha ido consolidando su candidatura a la sucesión, y sus partidarios ya lo presentan como el futuro presidente guineano.