El expresidente Donald Trump ha dado un paso de gigante para ganar un tercer nombramiento presidencial republicano consecutivo este martes, después de imponerse a las primarias de New Hampshire ante la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley. A pesar de la derrota, Haley ha prometido mantenerse todavía en la carrera republicana para intentar desbancar a Trump. Ahora, las energías las concentrará en las primarias del 24 de enero en su estado natal, Carolina del Sur. Pero ciertamente, la historia no le juega a favor. En ninguna campaña presidencial, ningún titular ha conseguido ganar los caucus de Iowa, primarias de New Hampshire sin llegar a ganar el nombramiento de su partido.

Los resultados de New Hampshire y la victoria de Trump

Quien fue presidente entre el 2017 y el 2021 vuelve a ser el candidato preferido por los republicanos, y Trump ha superado el único obstáculo que tenía para controlar completamente al partido Republicano: la candidatura de Nikki Haley, que se presenta como una alternativa moderada desde la derecha. Sin embargo, a diferencia de Ron DeSantis, Haley no tira la toalla, ya que a pesar de quedar segunda, no ha obtenido tan malos resultados y quiere batallar hasta el final.

A la espera de los resultados definitivos, que la Secretaría de Estado local puede tardar días a difundir, las proyecciones de los medios otorgan al exmandatario una ventaja que roza los dos dígitos ante la exembajadora de los EE.UU. en la ONU: con la mitad de los votos escrutados registraban porcentajes respectivos del 54,6% y 43,1. Aunque en las primarias de New Hampshire se reparten solo 22 delegados de los 2.429 que participarán en julio a la Convención Nacional Republicana, sirven para coger el pulso al partido. Históricamente, quien gana los dos primeros caucus acaba siendo candidato.

 

La indigestión de Trump

Después de saberse ganador y haber escuchado el discurso de Haley, Trump ha subido al escenario y, como era de esperar, no ha digerido bien que Haley quiera continuar hasta el final. "Tenía que ganar", ha dicho. "Ella ha fracasado gravemente". Haley quiere demostrar que sigue siendo una contrincante viable. De momento, sin embargo, quien también se prepara es el actual presidente Joe Biden. Ha enviado a los funcionarios de la Casa Blanca a trabajar para su campaña enfocada a vencer a un rival: Donald Trump. Por ahora, ya ha empezado con unas críticas al expresidente sobre el derecho al aborto.

El discurso de Trump, sin embargo, no fue tan alegre y divertido como se esperaba. El expresidente estaba visiblemente molesto porque Haley ha decidido no retirarse y seguir batallando en la carrera de las primarias republicanas. Como ya es habitual en él, ha utilizado un tono burlesco para referirse a su rival y lo ha tildado de impostora. En New Hampshire se ha visto un Trump muy diferente de lo que se vio en Iowa, donde elogió a sus rivales y los etiquetó de "gente muy inteligente, gente muy capaz" y predijo que los republicanos se unirían.

Lo que no está claro está donde podría ganar Haley. Por ahora, se sabe que no participará en el caucus de Nevada del 8 de febrero (en cambio, estará en el boleto primario del estado, cosa que no la llevará a ganar a ningún delegado), todas las apuestas miran hacia una sola dirección: el 24 de febrero en Carolina del Sur.