Los astronautas Sunita Williams y Butch Wilmore fueron enviados a la Estación Espacial Internacional (EEI) en una misión que tenía que durar una semana y acabó siendo una estancia de nueve meses. El caso de estos dos astronautas de la NASA ha despertado mucho interés y ha llegado a ser utilizado políticamente por Donald Trump y Elon Musk, los cuales acusaron a los demócratas de abandonarlos a la seca suerte. Después de su retorno el pasado 19 de marzo, Williams y Wilmore han decidido explicar su propia historia en una rueda de prensa y han empezado por desmentir que estuvieran atrapados o abandonados.
Delante de una sala llena de reporteros en Houston (Texas), los astronautas han relatado cómo se sintieron al aterrizar y compartieron sus análisis de los errores en la nave Starliner que provocó que alargaran su estancia en la EEI. “Las cosas no salieron como estaba planeado. Pero en una perspectiva amplia de las cosas, no estaban atrapados”, ha explicado Wilmore, según recopilación The Guardian.
Además, Wilmore ha señalado algunas de las declaraciones políticas que se han hecho sobre su caso, aunque no ha entrado a señalar en concreto. “Dejadme comentar otra (afirmación), ya sabéis la de: ‘Os han fallado’. ¿Quién? ¿Quién son ‘ellos?’”, ha afirmado. Ni Williams ni Wilmore o la NASA han esquivado la autocrítica en el caso, sin embargo, la agencia ha apuntado que la permanencia prolongada de los dos astronautas es una muestra de la “flexibilidad” de la nueva era espacial.
Sorprendidos por la expectación
Los astronautas también han relatado sentirse impactados por el interés por su caso: “No creo que fuéramos conscientes del todo. Me siento muy honrada por el hecho de que, cuando volvimos a casa, fue como: ‘Wow, hay mucha gente interesada’. Estoy muy agradecida”, ha explicado Williams. El astronauta también ha añadido: “Siempre íbamos a volver. Es una cosa única y deja lecciones aprendidas. Parte de eso es la resiliencia y la capacidad de afrontar un giro inesperado y sacar lo mejor de la situación”.
Williams y Wilmore salieron el 5 de junio a la nave Starliner, a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance. Inicialmente, los dos tenían que volver con la Starliner, pero en agosto la NASA decidió hacer un retorno no tripulado de la cápsula, integrando a los dos astronautas en la misión Crew-9.
A lo largo de la misión, que contó en principio con un par de manos adicionales, la tripulación participó en más de 150 experimentos científicos y demostraciones tecnológicas, acumulando más de 900 horas de investigación.