Toque de queda y reuniones públicas prohibidas en la capital. Esta es la nueva realidad de Nueva Caledonia, después de un día de intensas protestas que se han vuelto violentas en el territorio francés contra los cambios previstos en la constitución. Ha habido saqueos generalizados y negocios calcinados. Se han registrado, según informa el The Guardian, daños en empresas, incluyendo concesionarios, tiendas, farmacias y numerosos agentes de seguridad han resultado heridos, según ha dicho la comisión francesa de Nueva Caledonia en un comunicado. Treinta y seis personas han sido detenidas.

"El alto comisionado condena en los términos más enérgicos posibles estos actos de violencia, que constituyen graves ataques contra personas y propiedades", ha dicho la comisión, añadiendo que "estaba movilizando masivamente a las fuerzas de seguridad interna y civil" por los disturbios. El gobierno de Nueva Caledonia ha hecho un llamamiento a la "calma" y ha pedido "a todos los ciudadanos que demuestren sentido de responsabilidad".

¿Por qué hay protestas en Nueva Caledonia?

Las protestas, que se han estado cociendo a fuego lento durante semanas, fueron organizadas por el comité de coordinación de acciones de campo (CCAT) pro independencia, en respuesta a los planes de Francia de ampliar la elegibilidad de los votantes a las elecciones locales para incluir a los ciudadanos franceses que han vivido en la isla durante más de 10 años, tal como destaca el mismo diario británico. La medida, que se someterá a uno nuevo debate en el parlamento francés el martes, cuenta con la fuerte oposición de los líderes de la población indígena canaca, que la ven como un intento de minimizar todavía más la influencia.

Francia prometió más poder para Nueva Caledonia

Francia prometió al Acuerdo de Nouméa de 1998 dar gradualmente más poder político en el territorio insular del Pacífico de casi 300.000 habitantes. Según el acuerdo, Nueva Caledonia ha celebrado tres referéndums sobre sus vínculos con Francia, todos rechazando la independencia. Los indígenas independentistas rechazaron el resultado del último referéndum celebrado en diciembre del 2021, que habían boicoteado a causa de la pandemia de la Covid-19.

El Acuerdo de Nouméa, destaca el The Guardian, también ha significado que las listas de votantes de Nueva Caledonia no se hayan actualizado desde 1998, cosa que significa que los residentes de la isla que llegaron desde Francia continental o desde otros lugares en cualquier momento de los últimos 25 años no tienen derecho a participar en las elecciones provinciales. El gobierno francés ha calificado de "absurda" la exclusión de una de cada cinco personas de la votación, mientras que los separatistas temen que ampliar las listas de votantes beneficie a los políticos pro-Francia.