Aunque la candidata demócrata, Kamala Harris, va avanzando a su rival republicano, Donald Trump, en las encuestas poco a poco, el magnate no quiere cambiar su estrategia de confrontación y centrada en la migración. Después de decir en el debate contra Harris la mentira (más que contrastada) que los migrantes haitianos se comían los perros y los gatos domésticos en Springfield, Trump ha vuelto a inventarse acusaciones contra un colectivo de migrantes. En esta ocasión el blanco de sus acusaciones han sido los venezolanos de la ciudad de Aurora. El candidato republicano ha afirmado que la ciudad está tomada por pandillas de venezolanos armados hasta los dientes y ha prometido liberar el municipio de esta amenaza. Por su parte, el alcalde republicano de Aurora ha negado los hechos y ha afirmado que la ciudad no tiene que ser liberada de nadie.
"Enviaré a fuerzas del orden federales, un gran grupo de gente, un grupo duro, a liberar a Aurora. El gobernador de Colorado está petrificado por estas pandillas, son grupos de venezolanos con mejor equipamiento que nuestros militares", ha sentenciado Trump en un mitin en las puertas de su torre en Nueva York. Trump ha puesto a Aurora en su saco de los "pueblos tomados por las pandillas inmigrantes y matones extranjeros criminales", y ha asegurado que los visitará pronto para que la gente vea "lo que les ha pasado".
Negado por el mismo alcalde de Aurora
El alcalde de Aurora, el republicano Mike Coffman, se ha apresurado a desmentir las declaraciones del magnate. Ha afirmado que "la impresión es que la ciudad fue invadida por bandas criminales de inmigrantes y pandillas venezolanas. Y ciertamente este no es el caso". Coffman ha cargado contra las palabras del candidato republicano y en un comunicado ha afirmado que si visita la ciudad verá cómo se equivoca. Sin embargo, preguntado por si ante estas declaraciones plagadas de mentiras no lo votaría a las próximas elecciones de noviembres, Coffman ha afirmado que igualmente tendrá su voto.
Los migrantes latinos, de nuevo en el punto de mira
El magnate, a lo largo de 45 minutos de mitin, ha repetido alguna de las medidas que promete aplicar si es presidente, como una deportación masiva, eliminar las "ciudades santuario" o volver a imponer el Título 42, que permitía las expulsiones en caliente de migrantes por motivos sanitarios durante la pandemia. Además, ha cargado contra los permisos temporales de trabajo para migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, que aseguró que están estableciendo inmigrantes en pequeños pueblos y "destruyendo" estos lugares. "Están quedándose con los trabajos de la población negra a niveles nunca vistos. (De los) hispanos, también, están sufriendo ellos y sus familias, creen que tienen un trabajo y lo han perdido por un inmigrante ilegal", ha afirmado.