Nueva York está de celebración. Cuando menos, un edificio de Harlem. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha presidido un acto en que ha sido derribado el andamio más antiguo de la ciudad, que por 21 años ha estado ante un edificio histórico, a la comunidad de Harlem. En una ciudad como Nueva York, donde siempre se está construyendo, son frecuentes los andamios para proteger a los peatones de los escombros.

Pero las cifras son muy altas. Según datos de la alcaldía, para el 2022 había aproximadamente 9.000 andamios con una antigüedad media de casi 500 días, que ocupaban unos 643,74 km2, aproximadamente el 3% del espacio de las aceras de la ciudad. Eso hizo que Adams diera a conocer el julio pasado un plan para eliminar los andamios que no fueran necesarios y ya se han removido más de 500 de estas estructuras.

"Durante 21 años, los residentes de Harlem sacrificaron el espacio público y la belleza de un monumento histórico porque los administradores de la propiedad no hicieron el trabajo" de reparar el edificio, exponía Adams, que estuvo acompañado por el comisionado del Departamento de Edificios, Jimmy Oddo.

Un edificio histórico de Harlem, tapado por el andamio

El andamio delante del 409 de la Avenida Edgecombe, en el vecindario de Sugar Hill, declarado monumento histórico en 1991, que fue hogar de escritores, músicos, intelectuales y activistas, fue removido después de que la ciudad presentara un caso en un tribunal contra los administradores del edificio por la reiterada falta de reparación en la estructura.

Este edificio de apartamentos se hizo famoso a las décadas de 1930 y 1940 porque vivían figuras importantes afroamericanas como el juez de la Corte Suprema Thurgood Marshall, el escritor y editor William Stanley Braithwaite, al pintor Aaron Douglas, un influyente artista del Renacimiento de Harlem, o la escultora y grabadora Elizabeth Catlett.

"Hoy, volvemos el 409 de la Avenida Edgecombe a manos de la comunidad de Sugar Hill y seguimos enfocados a seguir eliminando de manera segura los feos andamios a las aceras en los cinco condados", ha señalado a más Adams. Mientras que el comisionado Oddo ha señalado que un andamio instalado como aparte de una nueva construcción "es un signo de actividad económica".

"Un andamio construido como parte del mantenimiento necesario es una indicación de cumplimiento y propiedad responsable", pero –ha añadido– cuando es mantenido durante años mientras se retrasan las reparaciones necesarias del edificio "es egoísta e inaceptable, y seguiremos haciendo todo el posible para abordar estas situaciones". En el 2014, paradójicamente, el The New York Times ya se hizo eco que había un andamio que cumplía 10 años delante del edificio. Han hecho falta 11 años más para, finalmente, ver de nuevo la fachada de este edificio histórico.