Las redes sociales pueden aportar muchas cosas buenas, pero también un grado de toxicidad elevadísimo, que aglutinado con otros patrones pueden suponer un cóctel explosivo. Dejar pasar trescientos vídeos en las diferentes redes, que el algoritmo sepa qué consumes, qué buscas, qué te gusta y consumir tiempo, energías y frustraciones. Salud mental en riesgo y mil problemas más asociados. Por este motivo, la ciudad de Nueva York ha querido dar un primer paso importantísimo y ha emitido un aviso del Comisionado de Salud de la ciudad, el doctor Ashwin Vasan, que declara oficialmente las redes sociales como un peligro para la salud pública y las considera directamente un "tóxico ambiental".
Un comportamiento innovador porque Nueva York es la primera ciudad en hacer una declaración de este tipo a raíz del aumento de los problemas de salud mental de los adolescentes. El alcalde de la ciudad, Eric Adams, ha reclamado a los legisladores estatales y federales que den todavía más pasos para frenar las prácticas depredadoras de determinadas empresas de las redes sociales. El objetivo, según destaca, es garantizar que las empresas tecnológicas tomen responsabilidad de sus productos.
Adams ha señalado claramente empresas como TikTok, Youtube y Facebook que "están alimentando una crisis de salud mental diseñando sus plataformas con funciones adictivas y peligrosas. Big Tech monetiza la privacidad de nuestros hijos y pone en peligro su salud mental", ha destacado y recoge el portal 324. Y es que uno de los peligros de estas redes es ponerse por cinco minutos a comprobar cuatro cosas y que acaben pasando cinco horas consumiendo vídeos sin ningún tipo de sentido que evocan a la depresión de una vida de fantasía que no se tiene o escuchar cómo unos gurús de la salud mental dan consejos de vida porque tienen cuatro millones de seguidores.
El mensaje va dirigido a los padres de hijos adolescentes, pero es una práctica que no solo les afecta a ellos. Los patrones adictivos existen para todas las edades. A pesar de todo, el alcalde también apela a la responsabilidad de padres y tutores para que limiten el uso y retrasen el acceso de los menores a un teléfono inteligente o a las redes sociales hasta los 14 años como mínimo.
El impacto en la salud mental
El aviso publicado el miércoles por el comisario de salud de la ciudad de Nueva York dijo que entre el 2011 y el 2021, las tasas de estudiantes de secundaria en la ciudad que experimentaban desesperanza aumentaron en más de un 42% y las ideaciones suicidas lo hicieron un 34%. Unos datos alarmantes, aunque Ashwin Vasan ha insistido en que unos colectivos podrían ser más vulnerables que otros.
La ciudad está decidida a ponerse manos a la obra y frenar esta nueva lacra. En este sentido, Vasan ha insistido en que Nueva York ofrecerá orientación a los jóvenes para fomentar el uso saludable de las redes sociales, como la implementación de horarios y lugares sin tecnología, controlar las emociones durante el uso y compartir inquietudes relacionadas con las redes sociales y salud mental con los adultos.