Circular en coche por el centro de Manhattan ya no será gratuito. A partir de este domingo, Nueva York ha implementado un sistema de peaje urbano por congestión que tiene objetivo de disminuir el tráfico vehicular en el centro de Manhattan, mejorar la calidad del aire y generar ingresos para mejorar el transporte público (MTA). El programa, conocido como Congestion Pricing, se aplicará a pesar de la polémica y la férrea oposición de Donald Trump. Las autoridades esperan que con esta medida se disminuya la circulación en la zona en aproximadamente 80.000 vehículos diarios. La medida ha entrado en vigor a partir de la medianoche de este 5 de enero, pero podría ser que no se alargue demasiado en el tiempo, dado que Trump anunció que "liquidaría" esta tarifación durante su primera semana en la Casa Blanca. Una amenaza que llevó a la gobernadora Kathy Hochul y a la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA en inglés) a acelerar el proceso de implementación antes de que Trump asuma la presidencia el 20 de enero.

El peaje urbano abarca una zona que se denomina Zona de alivio de Congestión (Congestion Relief Zone) que abarca el área comprendida entre la calle 60 y la parte sur de la isla de Manhattan, al sur del Central Park. Una zona que incluye barrios como Wall Street, Midtown, Chelsea o el Soho. Casi 700.000 vehículos circulan diariamente por Manhattan a una velocidad media de 11 km/h, desde la calle 60 hacia el sur del área afectada, con constantes congestiones, ulular de bocinas y sirenas de policías, bomberos y ambulancias.

¿Qué cuesta y cómo se paga?

Las tarifas dependen de las franjas horarias y del tipo de vehículo. Los automovilistas particulares tendrán que desembolsar entre 9 y 13,50 dólares en horarios de mayor afluencia (entre las 5.00 y las 21.00 horas entre semana y las 9.00 y 21.00 horas los fines de semana), dependiendo de si cuentan con la tarjeta E-Z Pass. En las noches, la tarifa disminuye a 2.25 o 3,30 dólares para los que tengan esta tarjeta. Vehículos mayores, como camiones y autobuses turísticos, tendrán tarifas que van desde los 14,40 hasta los 21,60 dólares, mientras que las motocicletas pagarán 4,50 dólares (1,05 dólares en horario nocturno). Los taxistas pagarán 75 centavos, mientras que los conductores de plataformas como Uber y Lyft tendrán que abonar 1,50 dólares. Algunas autopistas y túneles estarán exentos del peaje, siempre que los conductores no accedan a las calles de superficie dentro de la zona tarifada. Existen excepciones y descuentos para vehículos que transportan personas con discapacidad, los conductores con bajos ingresos que pagan el peaje 10 veces en el mes pueden solicitar un descuento del 50% y también hay créditos para vehículos con E-ZPass que ingresen por ciertos túneles durante el horario de máxima afluencia.

Cobro automatizado

El E-Pass es un sistema electrónico de cobro de peaje que se instala en la parte superior de los parabrisas del automóvil y permite pagar peajes automáticamente sin necesidad de detenerse en las cabinas. Los pagos se deducen directamente de una cuenta de prepago. Cámaras instaladas en los accesos a Manhattan registran los datos de los vehículos y envian las facturas de manera electrónica.

Càmeres per captar els vehicles, a Manhattan
Cámaras para captar los datos de los vehículos en Manhattan

Esta polémica iniciativa pretende reducir la contaminación atmosférica y al mismo tiempo financiar el metro local, medio usado por 4 millones de personas diariamente y que es continuamente criticado por|para su coste (2,90 dólares por viaje) y su obsolescencia. El plan de peajes está diseñado para ajustarse de manera progresiva con el fin de recaudar aproximadamente 15.000 millones de dólares, destinados al presupuesto de capital de la MTA, y se prevé que la tarifa base para automóviles aumente a 12 dólares en el 2028 y llegue a los 15 dólares en el 2031.

Críticas y controversia

El nuevo peaje ha generado mucha polémica entre los ciudadanos y trabajadores de Nueva York, con críticas de taxistas y conductores que consideran que la medida aumentará sus gastos diarios considerablemente, pero también ha tenido defensores. Donald Trump calificó el peaje como "el impuesto más regresivo que conoce la humanidad" y criticó que esta tarifación perjudicaría a las familias trabajadoras y a las empresas, afirmando que "será prácticamente imposible que la ciudad de Nueva York se recupere mientras el impuesto de congestión esté en vigor". La oposición de Trump generó preocupación entre los impulsores del plan, lo que llevó a la gobernadora Hochul y a la MTA a acelerar el proceso de implementación. Tanto defensores del transporte público como detractores de la Congestion Pricing han realizado protestas y manifestaciones a favor y en contra de la medida.