Rusia ha atacado esta madrugada por segundo día consecutivo varias regiones ucranianas, provocando al menos a dos muertos en la ciudad de Krivi Rig de Ucrania central y otro muerto en Zaporíjia (sureste), según informan las autoridades ucranianas. En esta nueva jornada de ataques rusos sobre territorio ucraniano, la capital, Kyiv, ha sido uno de los objetivos. Medios locales informan de varias explosiones a Kyiv, concretamente en el centro de la ciudad.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, que informa del ataque en tiempo real, Rusia ha perpetrado este nuevo ataque con drones kamikazes iraníes Shahed y con misiles de diferentes tipos. Las fuerzas rusas ya lanzaron durante la jornada del lunes contra Ucrania 127 misiles y 109 drones, la mayor parte de los cuales fueron interceptados por las defensas aéreas ucranianas.
Objetivo: sistema energético
Si bien todavía faltan detalles sobre el último ataque ruso, el misil que se lanzaron el lunes tenían un claro objetivo: el sistema energético de Ucrania. Algunos misiles y drones que no pudieron ser derribados alcanzaron infraestructuras eléctricas y gasísticas en varias regiones del país, obligando a las autoridades ucranianas a volver a introducir apagones de luz de emergencia. A pesar de perseguir las infraestructuras, este ataque dejó al menos a cuatro civiles muertos por todo el país.
Intercambio de prisioneros
El movimiento del gobierno ucraniano de ocupar la región rusa de Kursk ha tensado todavía más la situación en la guerra en Ucrania, pero no ha impedido que los dos países intercambien prisioneros. Rusia y Ucrania intercambiaron el sábado a 230 prisioneros de guerra, capturados en el caso de los rusos durante la incursión fronteriza ucraniana en la región de Kursk. "A cambio, 115 soldados han sido entregados al Ejército ucraniano", señala el comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia.
Los 115 prisioneros rusos liberados se encontrarían ahora mismo en territorio de Bielorrusia, donde están siendo sometidos a análisis médicos y psicológicos. La nota oficial precisa que el intercambio fue posible gracias a la mediación humanitaria emeritense, que ya había intervenido en ocasiones anteriores. Según informaron los canales de Telegram y blogueros militares, los prisioneros rusos son reclutas que cumplían el servicio militar cuando las tropas ucranianas penetraron en Kursk el 6 de agosto pasado. El hecho de que muchos de los capturados sean reclutas provocó la indignación de las madres y de las organizaciones de derechos humanos.