El juez del distrito de Columbia, Carl Nichols, ha ordenado este viernes la suspensión temporal del plan del presidente norteamericano Donald Trump de despedir a unos 2.200 empleados y eliminar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ya que considera que se trata de un organismo fraudulento. Después de escuchar los argumentos de la administración republicana y de dos grupos representantes de trabajadores federales, el magistrado ha dictado una sentencia provisional mientras continúa el litigio. Los defensores de los empleados amenazados por Trump han argumentado que el mandatario no tiene autoridad para suspenderlos.
Antes de que el juez Nichols dictara sentencia, cerca de 2.200 trabajadores habían recibido comunicación sobre la obligación de acogerse a la baja administrativa antes de las 23.59 hora local (04.59 GMT del sábado), aunque 500, según indicó un abogado del departamento de Justicia, ya habían dado el paso. A largo plazo, sin embargo, Trump quiere cargarse hasta 10.000 empleados y salvar sólo a 290 que considera "esenciales", tal como adelantó el The New York Times.
Por su parte, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, de quien ahora depende la USAID por decisión de Trump, había justificado los despidos no solo por una cuestión de eficiencia, sino también como castigo a un movimiento de "insubordinación" entre los miles de afectados. En una entrevista con la cadena Fox News esta semana, Rubio dijo que se había encontrado con que los empleados de esta agencia "no quieren cooperar", así que no había "otra opción" que tomar decisiones "drásticas" para poner la situación bajo control.
🚨RUBIO: USAID rife with "rank insubordination" — "we had no choice but to take dramatic steps to bring this thing under control."
— Western Lensman (@WesternLensman) February 4, 2025
"They have basically evolved into an agency that believes that they're not even a U.S. government agency...they're completely unresponsive. They… pic.twitter.com/LQOKRDUlBk
La USAID fue creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy con la misión de gestionar la ayuda humanitaria internacional de los Estados Unidos. La agencia disfruta de miles de millones de dólares de presupuesto que destina a proyectos en diferentes partes del mundo para paliar la pobreza, las enfermedades y responder a crisis humanitarias y desastres naturales. Sin embargo, el organismo ha estado en el punto de mira de Trump desde su retorno a la Casa Blanca porque considera que es un ejemplo de despilfarro y desviación fraudulenta de activos. Asimismo, Elon Musk ha tildado la USAID de "organización criminal" y considera que ya "es hora de que muera".
The Ronald Reagan Building & International Trade Center in Washington, DC houses the offices of the US Agency for International Development - USAID. Its letters above the entrance have been removed. So too with the street sign—but "US Customs & Border Protection" still remain. pic.twitter.com/3giZsQqWn3
— Mark Vallen (@mark_vallen) February 7, 2025
Los letreros y los logos de la USAID en su sede central han sido retirados este viernes después de que Trump lo ordenara. El inmueble lleva el nombre de Ronald Reagan y se encuentra a pocas calles de distancia de la Casa Blanca. El lunes pasado, las autoridades cerraron el edificio y sus trabajadores recibieron un correo electrónico que les instaba a quedarse en casa.
Los reveses judiciales de Trump
No es la primera vez que un juez para los pies a Trump. A lo largo de su corto segundo mandato, el presidente norteamericano ha acumulado algunas resoluciones adversas en los tribunales que han bloqueado diversas de sus medidas más polémicas. Recientemente, un juez frenó temporalmente su plan para despedir a dos millones de funcionarios federales, argumentando que la decisión excedía sus competencias ejecutivas y ponía en riesgo el funcionamiento de la administración pública.
Asimismo, en uno de sus primeros grandes reveses judiciales desde que fue investido por segunda vez, un juez bloqueó su orden ejecutiva para eliminar la ciudadanía por nacimiento. Este fallo judicial frustró parte de su plan de deportación masiva y evidenció la división institucional en los Estados Unidos, con un sistema judicial que, en múltiples ocasiones, ha actuado como contrapeso ante sus políticas más agresivas.