Friedrich Merz será el nuevo líder de la democracia cristiana alemana, después de la retirada de Angela Merkel. Merz será el nuevo líder de la CDU e intentará abrir una nueva etapa totalmente diferente a la de la canciller.
El nuevo candidato, que defiende una política de ideas fuertes que los partidos de izquierda tildan de conservadora, ha obtenido un gran apoyo en el partido, hasta el punto que con el 62,1% de los votos no ha tenido que ir a una segunda vuelta. Merz ha desbancado claramente a los dos aspirantes considerados del ala centrista, Norbert Röttgen y Helge Braun. El primero se presentaba como un hombre de consenso en el partido, y el segundo está vinculado a Merkel.
En este vídeo ha agradecido la "confianza abrumadora" que le ha mostrado su partido.
Algunos observadores ven la opción por Merz como una reacción a las políticas abiertas de Merkel, con cuestiones como el recibimiento generoso de inmigrantes. El nuevo líder de la CDU está más conectado al mundo económico alemán y tiene una capacidad oratoria muy superior a la de la excanciller. Y se ha comprometido a ser el "presidente de todos, realmente de todos" en la democracia cristiana alemana, en una velada crítica a Merkel.
Sin embargo no ha dado por hecho que él tenga que ser el candidato a la cancillería. "Esta cuestión la decidiremos a su tiempo, y con consenso con nuestros amigos bávaros (CSU)", ha dicho. Esta ha sido la primera vez en el partido de Konrad Adenauer y Helmut Kohl que se ha cedido la voz a los militantes para decidir quién sería el nuevo líder del partido.
Histórico de la CDU
Merz, de 66 años, es originario del industrial land de Renania del Norte-Westfalia, es un histórico de la CDU. Entró en las juventudes del partido con 16 años, y ya era eurodiputado en 1989, cuando la excanciller era todavía una científica del este. Siempre se opuso al giro "socialdemocratizante" de Merkel, y durante los años estelares de la canciller se dedicó a la actividad económica privada. Ha insistido en que el partido tiene ahora un trabajo a hacer como a oposición, y que tendrá un papel fundamental en Alemania en el siglo XXI.
Volvió al primer plano de la política en 2018, después de que Merkel anunció su retirada como jefe del partido y que no optaría a la reelección de canciller. Merz se postuló entonces como aspirante a la presidencia de la CDU, pero fue derrotado por una ventaja mínima por la teórica sucesora natural de Merkel y en aquel momento secretaria general del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer. Pero esta tiró la toalla poco tiempo después, incapaz de hacer valer su autoridad.
La siguiente ronda sucesoria la ganó otro centrista, Armin Laschet, que derrotó otra vez a Merz y consiguió ser designado candidato de la CDU-CSU. Pero Laschet perdió las elecciones el septiembre pasado, con un mínimo histórico de los democristianos del 24,1% de los votos.
La reacción de la CDU ha sido renovar la cúpula. Y así Merz se ha acabado imponiendo con un gran apoyo interno, y con su discurso más contenido.