Las demoliciones de viviendas a gran escala que Israel lleva a cabo en los campamentos de refugiados de Cisjordania son "un nuevo patrón alarmante", ha denunciado la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que teme que estas operaciones provoquen un "impacto sin precedentes" entre la población desplazada. Según un comunicado compartido por la agencia en su cuenta de la red social X, las demoliciones buscan "cambiar permanentemente las características de los campamentos en el norte de Cisjordania".
La agencia informó de que el ejército israelí inició este jueves la demolición de más de 16 viviendas en el campamento de Nur Shams, que se suma a la destrucción de 11 casas al mismo asentamiento y de 14 más en el próximo campamento de Tulkarem la semana pasada. Además, el mes pasado se hicieron "detonaciones controladas" en los campamentos de Yenín, que dejaron el lugar "inhabitable", añade el comunicado.
Estas demoliciones de viviendas se producen en el marco de la macrooperación 'Muro de hierro' del ejército israelí contra las milicias palestinas del norte de Cisjordania, que empezó el 21 de enero y ha vaciado de sus habitantes los campamentos de refugiados en la región. Esta operación, la más larga y destructiva desde la Segunda Intifada, según la UNRWA, ha resultado en el desplazamiento de unos 40.000 palestinos del norte de Cisjordania, la cifra mayor desde la guerra de los Seis Días de 1967.
Nuevo jefe del ejército israelí
Eyal Zamir, nombrado este miércoles jefe del ejército israelí, es un arreglado militar que llegó a ser secretario militar del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y que aspira a convertir Israel en una fortaleza. "Israel seguirá siendo una nación democrática y próspera, pero también un Estado fortaleza en un entorno hostil", dijo Zamir, de 59 años, en un discurso a la ceremonia de su nombramiento como jefe del Estado Mayor israelí donde asistió Netanyahu.
El jefe militar sustituye en el cargo Herzi Halevi, que anunció su dimisión en enero a causa del ataque del grupo islamista palestino Hamás el 7 de octubre del 2023, en que mataron a unas 1.200 personas y secuestraron 251, e Israel respondió con la invasión de la Franja de Gaza. Zamir, que pidió un gasto militar mayor ante la "amenaza existencial" que sufre Israel, indicó que el Ejército fracasó el 7 de octubre y que "la organización terrorista Hamás ha sufrido un golpe duro, pero todavía no ha sido derrotada.