Una nueva erupción volcánica volcán ha sacudido este domingo el suroeste de Islandia, cerca de Grindavík, una pequeña localidad pesquera que este sábado ya había sido evacuado a causa de una intensa actividad sísmica en la zona y el peligro de erupción inminente. La televisión pública islandesa, la RÚV, ha empezado a emitir en directo desde esta madrugada la evolución del volcán con una cámara fija, en la cual se puede apreciar un flujo de lava continuo brotando de las fisuras del suelo y emitiendo humos densos y una luz anaranjada. La agencia de protección civil de Islandia ha elevado el nivel de alerta a "emergencia", el más alto en una escala de tres niveles, por lo que consideran que se trata de un episodio sísmico de peligro, que podría causar daños a personas, inmuebles y el medio ambiente.
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Durante las últimas semanas, Islandia ha trabajado a construir barreras de tierra y roca para evitar que en caso de erupción la lava llegara a Grindavík, aunque parece que el flujo continúa su curso y las habría sobrepasado. "Según las primeras imágenes del vuelo de vigilancia de la Guardia Costera, se ha abierto una grieta a ambos lados de las defensas que se han empezado a construir en el norte de Grindavík", ha explicado la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO), en un comunicado. La lava fluye desde el norte de la localidad, y en la tarde de este domingo ha llegado finalmente a la población, quemando algunas de las casas más septentrionales.
Segunda erupción en un mes
Se trata de la segunda erupción volcánica a la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia, en menos de un mes y la quinta desde el 2021. El 18 de diciembre, se desencadenó otra erupción al sistema volcánico Svartsengi, que entonces ya obligó a evacuar completamente a los 4.000 residentes de la localidad pesquera de Grindavík y también a cerrar el balneario geotérmico Blue Lagoon, un popular enclave turístico de la zona. Finalmente, el flujo de lava avanzó en otra dirección y la localidad no sufrió daños graves. Según las autoridades locales de la ciudad afectada, desde la anterior erupción en esta nueva, más de 100 residentes habían vuelto ya a sus casas a lo largo de las últimas semanas y ahora se han visto obligados a volver a salir corriendo.