Dos mandatarios que han marcado las últimas décadas: la excanciller alemana Angela Merkel (2005-2021) y el expresidente de los Estados Unidos Barack Obama (2009-2017) han coincidido este lunes, años después de haber dejado sus cargos los dos, en un encuentro en Washington D.C. El motivo ha sido la presentación de las memorias de la líder alemana, 'Libertad', recientemente publicadas también en Catalunya. Este encuentro de alto nivel ha derivado en una conversación política sobre la actualidad global y un repaso en algunas de las historias que vivieron en común los dos exmandatarios. Ha ocurrido una cita de casi dos horas ante una audiencia de centenares de personas que han llenado la sala 'The Anthem'. Las entradas se habían agotado horas antes del inicio del acto.
En un punto de la conversación, Obama recogió preguntas del público para hacerle a Merkel. Una preocupación generalizada entre los asistentes ha sido cómo preservar la democracia en un contexto de auge de la extrema derecha y de discursos populistas en contra de la inmigración en Estados Unidos y en toda Europa. La respuesta de la excanciller ha sido firme: los gobiernos deben garantizar la seguridad y la estabilidad a sus ciudadanos, que tienen que vivir sin miedo de perder su trabajo. Con el pan garantizado, se evita caer en la retórica ultra. También, una buena integración de las personas recién llegadas con cursos de idiomas, escolarización y apoyo a las comunidades locales. Además, Merkel ha instado a los partidos "democráticos" a ser "serios" a la hora de abordar las problemáticas, especialmente lo que afecta a las personas en el día a día, y no caer al "adoptar la retórica" de los partidos de extrema derecha. La exmandataria alemana ha avisado de que cuando los partidos abandonan el "discurso civilizado" para sumarse al discurso de odio, solo consiguen "reforzar los extremos más radicales" y amplifica el desafío.
Aparte de la actualidad política, Merkel y Obama han dado repaso de vivencias. En la conversación se ha abordado buena parte de la trayectoria política de la excanciller, especialmente de los 16 años que pasó al frente del Gobierno de Alemania. En este sentido, los dos exmandatarios han recordado la gestión de la crisis económica desencadenada a partir del 2008, momento en el que coincidieron los dos en el poder; Obama, recién llegado a la Casa Blanca. Además, han repasado la gestión de la crisis de los refugiados del 2015, la mayoría sirios, con Merkel ya en su tercer mandato. La líder alemana decidió abrir fronteras y se ha reafirmado en la decisión porque no hubiera estado bien devolver forzosamente a estas personas a un país devastado por la guerra. "En este momento pensé: no podemos simplemente dar discursos los domingos diciendo que respetamos los derechos humanos y como valoramos la dignidad humana, y después, cuando estas personas llegan, no decirlos: 'Para vosotros no hay sitio, no tenemos corazón'", ha afirmado. Merkel también ha subrayado en la conversación la necesidad de abordar las causas de raíz de la migración y ha defendido colaborar con terceros países como Turquía para ayudar a gestionarla.
La anécdota de la Puerta de Brandeburgo
Los exmandatarios también han recordado una anécdota conjunta de aquella primera campaña presidencial del exmandatario estadounidense: él quería dar un discurso en Berlín y su equipo optó por la Puerta de Brandeburgo. Merkel, sin embargo, se opuso, porque daba una imagen de parcialidad y apoyo al entonces candidato demócrata, por lo que Obama tuvo que cambiar de planes y optar por la Columna de la Victoria, en el parque Tiergarten. "Cuando eso ocurrió, pensé: si permites que este Barack Obama dé un discurso en la Puerta de Brandeburgo, mañana será el candidato ruso y pasado el vietnamita, y todos querrán dirigirse al público enfrente de la Puerta de Brandeburgo", ha explicado Merkel, quién ha señalado que eso habría creado un "precedente peligroso". A pesar de sus razones, ha recordado entre carcajadas Obama, Merkel se disculpó posteriormente con él en varias ocasiones por no haber permitido el discurso en este sitio. Años después, en 2013, ya como presidente, Obama sí que pudo utilizar este icónico escenario.