El Bundestag no ha dado apoyo a la moción de confianza presentada por el canciller alemán, Olaf Scholz, y da así el primer paso para la convocatoria de elecciones anticipadas después del colapso de su gobierno. Con 207 votos a favor, 394 votos en contra y 116 abstenciones, la derrota era un objetivo deliberado de Scholz, para ceder así la palabra a las urnas y provocar el adelanto electoral, que ya pactó con la oposición para el próximo 23 de febrero. La abstención de los Verdes, que también formaban parte de la coalición del "semáforo", ha facilitado todavía más de lo que prosperara la moción de confianza.

Scholz acusa a sus socios de "sabotear" el gobierno

Durante el debate previo a la votación, el canciller alemán ha acusado de "sabotaje" a sus exsocios del partido Liberal, y especialmente a Christian Lindner, quien fue su ministro de finanzas, y que acabó destituido. La expulsión de Lindner del gobierno implicó la salida de los otros ministros liberales del tripartito y la salida del FDP de la coalición que ha dirigido el ejecutivo germánico en los últimos tres años.

Durante su intervención Scholz ha intentado ganarse la confianza de los ciudadanos de cara a las elecciones generales anticipadas de febrero, apostando por una política con "madurez moral", "decencia", "sensatez" y "seriedad", tanto para reactivar la economía como "para conseguir la paz en Ucrania y evitar los extremismos", ha dicho.

La oposición responsabiliza al gobierno de la crisis en Alemania

El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz ha reprochado en Scholz y su Gobierno dejar en el país en una crisis económica "como no conocía el país desde hacía lustros", lo ha acusado de mentir y de no "merecer la confianza de las otras fuerzas ni de los ciudadanos".

El líder conservador ha tirado en cara al canciller no haber cumplido con la promesa, que asegurar después de estallar la guerra de Rusia contra Ucrania, de abrir para Alemania un "tiempo de cambio" basado, entre otras cosas, reforzar la defensa del país."Usted habló de tiempo de cambio", pero "se ha convertido en un tiempo sin cambio, con 100.000 millones de euros en deudas para el Ejército", le ha lanzado Merz. Durante su intervención, también ha atacado la política energética del gobierno progresista, con el cierre de tres centrales nucleares y dos térmicas, que dice, han lastrado a "Alemania y en toda Europa".

Los sondeos apuntan a la victoria de la CDU y el ascenso de la AfD

Con la cita electoral ya a la vista, las encuestas sitúan al Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz en un 17%, enfrente del 33% par a la derecha de la CDU, que encabeza que se pronostica para la derecha de Merz. A la segunda posición asciende la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 18%, un partido aislado del resto de la derecha europea por su extremismo. Hoy por hoy, con estos sondeos, todo apunta a una gran coalición liderada por Merz y con los socialdemócratas como socios.

Sin embargo, Scholz ha asegurado que en ningún caso estará en un gobierno con Merz como canciller. Si es así, podría seguir los pasos del socialdemócrata Gerhard Schröder, que en el 2005 al perder contra Merkel, dio un paso al lado, y cedió su lugar|sitio a la coalición, a su segundo, Franz Müntefering.