Los oligarcas rusos amarran los yates en Turquía para esquivar las sanciones. Uno de ellos es el reconocido oligarca ruso-israelí Roman Abramovich, que ha encontrado refugio en las aguas turcas. Este país se ha convertido en el lugar de referencia para algunos rusos ricos que están marcados por las sanciones y buscan aparcar sus grandes barcos lujosos. En el caso de Abramovich, actualmente consta de cuatro yates, con un valor superior a los 1.000 millones de dólares, que están amarrados en puertos turcos, según ha asegurado The Daily Mail. Según recoge este medio, dos de los barcos de Abramovich se encuentran en la pequeña ciudad turca de Gocek, que se ha convertido en una de las preferidas entre los oligarcas.
Los yates de Abramovich en Turquía fueron identificados como l'Eclipse, un barco de 533 pies (162 metros) por valor de más de 470 millones de dólares; Garcon, un barco de 219 pies (66,7 metros) por un valor de unos 20 millones de dólares; Halo, 180 pies (55 metros) de largo y un valor de 37,5 millones de dólares; y My Solaris, de 456 pies (139 metros) de largo y un valor de 505 millones de dólares. El Daily Sabah informó de que Halo y Garcon fueron atracados en Turquía hace dos semanas. Esta preferencia de los oligarcas rusos por Turquía es a causa que el país es miembro de la OTAN, y mantiene buenas relaciones con Moscú, pero también con Kíiv. Además, se ha mantenido neutral en el conflicto de Ucrania y se ha negado a sumarse a las sanciones internacionales contra Rusia.
El rol de Turquía
Turquía ha jugado un papel destacado en las negociaciones entre Ucrania y Rusia. Aunque las conversaciones entre los dos países no han dado muchos frutos, parece que se podría haber llegado a un acuerdo en uno de los aspectos más delicados de la crisis actual: los cereales ucranianos. Según un comunicado del gobierno turco, se ha alcanzado un acuerdo para desbloquear las exportaciones de cereales bloqueadas en los puertos ucranianos este viernes. El anuncio del Gobierno turco tuvo lugar poco después de que la ONU informara de que Antonio Guterres, secretario general de la entidad, había interrumpido las vacaciones para viajar las próximas horas en Estambul, donde ya estuvo para participar en las negociaciones sobre los cereales bloqueados por la guerra en Ucrania. Anteriormente, Guerres ya se mostró optimista ante los avances de las reuniones de hace días y parece que este viernes el fruto de este optimismo queda sellado en un pacto.
Desde el gobierno turco avanzó parte del acuerdo en que se estaba trabajando afirmando que se abordaba "el establecimiento de un centro de operaciones en Estambul, los controles conjuntos en los puertos de salida y destino, y la garantía de la seguridad de la navegación a las rutas de transferencia son las principales cuestiones técnicas".
Por otra parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está teniendo un papel importante a la hora de gestionar los barcos que salen de Ucrania y que se dirigen bien cargados hacia su destino. Sin embargo, Erdogan no se conforma con poca cosa. Estos días también quiere coger el rol de protagonista en la crisis energética que sufre Europa a consecuencia de la guerra de Ucrania y los cortes de gas ruso. Un hecho que ha comportado también que se reanude el debate sobre activar o no Midcat, parado desde hace unos años.