La ONU pide un alto el fuego inmediato para poner fin al "sufrimiento épico" en la Franja de Gaza después de que, según informes, los ataques aéreos israelíes hayan matado a más de 700 personas en un solo día y los hospitales hayan empezado a cerrar por falta de combustible. Así lo ha puesto de manifiesto el secretario general de la organización, António Guterres, que ha constatado que el bombardeo y el bloqueo de Gaza equivalen a un "castigo colectivo del pueblo palestino" y que violaban también el derecho internacional, comentarios que provocaron una feroz disputa con Israel. "Para aliviar el sufrimiento épico, hacer que la entrega sea más fácil y segura y facilitar la liberación de los rehenes. Reitero mi llamamiento a un alto el fuego humanitario inmediato", según ha afirmado.
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Guterres también dijo que los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás fueron "espantosos", y ha resaltado que el "pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante", según ha afirmado. "Han visto sus tierras devoradas constantemente por los asentamientos y plagadas de violencia; su economía asfixiada; su gente ha sido desplazada de sus casas hechas polvo. Las esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido disolviendo".
Unas declaraciones que no han caído muy bien en Israel. De hecho, el enviado especial del país en la ONU, Gilad Erdan, ha pedido a Guterres su dimisión inmediata, acusándolo de estar alejado de la realidad. "Sus comentarios... constituyen una justificación para el terrorismo y el asesinato. Es triste que una persona con estas opiniones sea el líder de una organización que surgió después del Holocausto". El ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, ha cancelado una reunión prevista con Guterres después de estas declaraciones. Y a partir de esto, Israel no dará visados a representantes de la ONU.
Los ataques aéreos mataron al menos a 704 personas el día pasado, ha destacado el Ministerio de Salud dirigido por Hamás, y elevó el número total de muertos en Gaza después de 18 días de bombardeos en 5.791, incluidos 2.360 niños. Veinte camiones de ayuda que se esperaba que ingresaran en el territorio asediado el martes no pudieron atravesar Gaza desde Egipto en medio de disputas entre Israel, Egipto, los Estados Unidos y la ONU sobre los procedimientos para inspeccionar los envíos.
Los hospitales de Gaza dejan de funcionar
Los hospitales de Gaza dejan de funcionar porque se están quedando sin agua y combustible para los generadores, mientras que están, al mismo tiempo, desbordados por un gran número de víctimas civiles que buscan refugio de los bombardeos de Israel. Médicos, administradores sanitarios y organizaciones de ayuda internacional describen como auténticas pesadillas las condiciones con las que trabajan, incluso médicos obligados a operar sin luz o con poca o nada de anestesia, y con la luz de sus teléfonos móviles. También utilizando vinagre en vez de antisépticos. Así lo explica el The Guardian, que destaca que no solo los hospitales están llenos de heridos, sino también de personas que buscan refugio, un hecho que todavía dificulta más el hecho de atender a los heridos.
Paralelamente, Israel ha ordenado la evacuación de más de 20 hospitales al norte y centro de Gaza, que representan la mayor parte del servicio de salud de Gaza, una orden que los médicos ya han constatado que es difícil de cumplir. "No tenemos combustible para hacer funcionar los generadores de reserva, y los primeros afectados son los quirófanos, las unidades de cuidados intensivos y las salas de urgencia", ha dicho el doctor Medhat Abbass, director general del Ministerio de Salud de Gaza. "Tenemos muchas víctimas en los hospitales que atienden casos quirúrgicos. El problema es que el personal está agotado y no tenemos material médico", constata.