El enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha asegurado este miércoles que, después de estar unos días en Damasco y reunirse con las nuevas autoridades sirias que hicieron caer el régimen de Bashar al-Asad, hay "muchas esperanzas" de ver "el comienzo de una nueva Siria".

"Todos sabemos que solo han pasado 11 días desde que HTS (Tahrir al-Xam) y los otros grupos llegaron a Damasco, en cuanto|así que es pronto. Pero creo que es importante decir que hay muchas esperanzas que ahora podamos ver el comienzo de una nueva Siria", afirmó el enviado a periodistas su último día de visita a la capital siria. Se trataría de una "nueva Siria que, de acuerdo con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, adoptará una nueva constitución que garantizará la existencia de un nuevo contrato social para todos los sirios", con "elecciones libres y justas".

El proceso político que espera Siria

La resolución 2254, del 2015, insta a un proceso político dirigido por el pueblo sirio y favorecido por la ONU para salir de la crisis que ya entonces vivía el país árabe, así como a la formación de un gobierno creíble y legítimo, de un calendario y un proceso para redactar una nueva Constitución. Igualmente, Pedersen ha destacado "algunos retos", y ha sido el primero que el "conflicto todavía no ha acabado".

"Sí, hay estabilidad en Damasco, pero hay retos en algunas zonas y, por descontado, uno de los mayores es la situación en el nordeste. Me alegro mucho de que se haya renovado la tregua y que parezca mantenerse, pero ojalá veamos una solución política a esta cuestión", ha asegurado, en referencia a los combates entre los rebeldes sirios apoyados por Turquía y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos.

El segundo reto es el económico, ha apuntado, y ha indicado que Siria necesita "ayuda humanitaria inmediata", pero también hay que asegurarse que Siria "se pueda reconstruir, que podamos ver la recuperación económica y que podamos ver, con suerte, el comienzo del proceso para poner fin a las sanciones".

Este extremo es en qué está uniendo todos sus esfuerzos el nuevo líder sirio, Ahmed al-Sharaa, que lideró la coalición islamista que inició la ofensiva el 27 de noviembre pasado y que en doce días hizo caer el presidente Bashar al-Asad. En tercer lugar, según Pedersen, está "la importancia de asegurarnos de que tenemos una transición política que sea creíble, inclusiva y que incluya la más amplia gama|gamma de la sociedad siria y de los partidos sirios". "Hemos expresado a la nueva administración que la ONU está aquí para ayudar y asistir y que esperamos una estrecha cooperación en que podamos avanzar juntos en todas las cuestiones críticas para Siria, y estoy deseando continuar este diálogo", ha concluido.