Bruselas vive una nueva jornada marcada por el terrorismo. Después de que este fin de semana la policía belga haya detenido a 40 personas sospechosas de preparar un nuevo atentado, hoy la capital de Bélgica se ha despertado con una alerta de bomba, que ha obligado a la policía a acordonar el centro comercial City 2 de Bruselas sobre las 6 de la mañana.
La amenaza se ha producido a través de una llamada telefónica en la que un individuo aseguraba llevar explosivos encima y, poco tiempo después, el sospechoso ha sido detenido, mientras que los servicios de desactivación de explosivos siguen trabajando sobre el terreno.
De momento, las fuerzas de seguridad ya han confirmado que el cinturón de explosivos que llevaba el hombre arrestado es falso y algunos medios apuntan que al fin y al cabo se trata de un trastorno de personalidad.
El primer ministro belga, Charles Michel, ha anulado la entrevista que tenía esta mañana en la televisión RTL para desplazarse hasta el centro de la crisis. De momento, ya ha asegurado que la situación "está bajo control".
Precisamente por ello, el Órgano de Coordinación de Análisis de Amenazas (OCAM) no ha elevado la alerta terrorista a nivel cuatro –continúa estando a tres–. Ahora bien. Sí que han cortado diferentes calles de la zona y han cerrado la estación de metro Rogier.