La oposición bielorrusa ha fundado un "consulado popular" en Catalunya este jueves, como aparte de una red diplomática paralela al régimen de Lukaixenko que también incluye una "embajada popular" en España y 14 oficinas diplomáticas más. La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la líder opositora Svetlana Tikhanóvskaia, pide elecciones libres, el fin de la represión y la liberación de los presos políticos a la exrepública soviética.
La red diplomática de los activistas contra el presidente Aleksandr Lukaixenko cuenta con 14 embajadas populares en Europa, Asia y la América del Sur, y dos consulados: uno en Escocia y el otro en Catalunya. El objetivo marcado para las oficinas es informar sobre la situación política en el país del este de Europa, establecer contactos con los gobiernos, instituciones y tejido social de cada país y ayudar especialmente a los bielorrusos que se han visto forzados a huir del país.
Barcelona, "un símbolo de la lucha por la libertad"
El activista Alena Turava, en representación del consulado catalán, ha expresado que Barcelona es "un símbolo de la lucha por la libertad", citando a George Orwell. El eurodiputado de ERC Jordi Solé también ha intervenido para reclamar en la UE que se implique para conseguir "un estado democrático" para Bielorrusia. Turava ha expresado que en la capital catalana los demócratas fueron reprimidos, en referencia implícita a la Guerra Civil y el franquismo. "Haremos todo el que podamos para defender el futuro de Bielorrusia, y el futuro de la democracia en el mundo". La representante de la embajada popular en España, Valentina Tkatcheva, ha añadido que el Estado "no se puede quedar indiferente a lo que está pasando".
A su vez, Jordi Solé ha reiterado su apoyo a la oposición bielorrusa y ha pedido la liberación para los presos políticos en el país. Además, se ha comprometido a "empujar" a la UE a conseguir que el país del este europeo tenga "un estado democrático donde se puedan celebrar elecciones libres y no haya presos políticos y perseguidos". También ha aplaudido la "dignidad democrática" de los activistas "a pesar de la represión, la represión policial y el exilio" forzado por el régimen.
La lucha de los opositores por unas elecciones justas
Una de las exiliadas después de las elecciones del pasado 9 de agosto, la líder opositora Svetlana Tikhanóvskaia ha intervenido para pedir que la diáspora bielorrusa esté "unida". "No os detenéis", ha reclamado, rogando que informen de la situación del país a los estados donde residen y que hablen de la "violencia a los manifestantes".
Los opositores a Catalunya se han organizado mediante la organización Razam, que tiene como objetivo mantener los vínculos culturales de la diáspora bielorrusa con su país de origen. Además, ahora está centrada en proporcionar información sobre el actual conflicto, "luchar para unas elecciones justas" y dirigirse a las instituciones catalanas.
La situación en Bielorrusia
Aleksandr Lukaixenko, al frente de la antigua república soviética durante los últimos 26 años, se proclamó ganador de las elecciones presidenciales del verano. Con todo, la oposición y actores internacionales como la UE las trataron de "fraudulentas" y el régimen reprimió y encarceló múltiples manifestantes que pedían la repetición de los comicios en los meses siguientes.
Aunque parte de la comunidad internacional ha rechazado la validez de las elecciones y Bruselas ha impuesto sanciones al régimen, Lukaixenko continúa al poder.