El primer ministro francés, Michel Barnier, ha abierto este lunes la puerta de una moción de censura después de anunciar la adopción sin voto parlamentario de los presupuestos de la Seguridad Social para 2025. Este paso pone el gobierno al borde del abismo. Ante esta situación, los partidos de oposición ya han activado dos mociones de censura. Se prevé que dichas mociones (de la izquierda y de la extrema derecha) se debatan el próximo miércoles en la Asamblea Nacional, informa la agencia Efe.
Barnier ha hecho pública su intención de recurrir al artículo 49.3 de la Constitución para que salga adelante su Proyecto de Ley de Finanzas de la Seguridad Social para 2025. El Nuevo Frente Popular de izquierdas ya hace días que había hecho pública la su intención de presentar una moción de censura si el primer ministro llegaba a dar ese paso. El artículo que quiere utilizar Barnier permite al gobierno aprobar un proyecto de ley, sin voto parlamentario, si no se presenta una moción de censura en 24 horas.
La diputada de la Francia Insumisa Mathilde Panot ha confirmado en los pasillos de la Asamblea Nacional este lunes que la moción de censura salía adelante. Esta moción de censura contará con los votos de la extrema derecha de Marine Le Pen, quien también ha confirmado su apoyo a la iniciativa.
Con la ayuda de la ultraderecha, la moción de la izquierda logrará los 284 votos necesarios para que la moción salga exitosa. Sin embargo, Le Pen también confirmó este lunes por la tarde que su partido presentará una moción de censura propia, además de apoyar la del Nuevo Frente Popular.
Barnier, que es el exnegociador de la UE para el Brexit y que fue nombrado el pasado 5 de septiembre al frente del Ejecutivo francés, puede convertirse en el primer ministro más breve de Francia tras la II Guerra Mundial. Asimismo, se puede convertir en el segundo en ser destituido en una moción de censura después de Georges Pompidou en 1962.
El primer ministro ha hablado a la cámara baja en un tono solemne para anunciar la adopción del presupuesto de la Seguridad Social sin voto parlamentario y ha apelado a la responsabilidad de los grupos políticos "en un momento clave". "El país atraviesa graves problemas que exige afrontar ciertas obligaciones (...) Los franceses no nos perdonarían que optáramos por los intereses particulares por encima de los de la nación", ha dicho el jefe del Gobierno. En un tono grave, Barnier ha asegurado que los diputados "deben decidir si Francia se dota de un texto financiero, responsable y útil para los ciudadanos o si entra en un terreno desconocido".