El líder opositor ruso Alexéi Navalni ha sido declarado este martes culpable de estafa en gran cuantía y condemnado a 9 años de prisión. La Fiscalía pedía una condena de 13 años de prisión. Navalni se encuentra en prisión desde febrero del 2021, cuando fue condenado por un presunto delito de fraude. "Navalni cometió una estafa, es decir, la apropiación de bienes ajenos mediante engaño y abuso de confianza", ha sentenciado la jueza Margarita Kótova, al leer el fallo condenatorio en una vista celebrada en la prisión donde cumple condena el opositor. Además de la pena de 13 años de cárcel, la Fiscalía solicita imponer a Navalni una multa de 1,2 millones de rublos (unos 12.000 dólares).
Los investigadores rusos acusan al opositor, de 45 años, de haber desviado, junto con sus colaboradores, varios millones de rublos de donaciones entregadas a su organización de lucha contra la corrupción. El Fondo de Lucha Contra la Corrupción (FBK) de Navalni, que centra su actividad en combatir el enriquecimiento ilícito entre altos cargos rusos, fue ilegalizado por el gobierno en junio de 2021 después de que un tribunal sentenciara que su actividad era "extremista".
Vista en la prisión
El líder opositor ha comparecido este jueves ante un tribunal improvisado en la prisión donde se halla encarcelado. Navalni vestía su uniforme negro de prisión, mientras los periodistas han seguido la lectura del veredicto a través de un enlace de vídeo. Ha seguido atentamente como la jueza Margarita Kótova leía el veredicto, a veces sonriendo.
Alexéi Navalni, una de las voces más críticas con el Kremlin y el régimen de Vladímir Putin, está cumpliendo actualmente una condena de dos años y medio de prisión por otra causa de supuesto fraude que se remonta a 2014. Ingresó en prisión en febrero del 2021, meses antes el opositor pasó varios meses en tratamiento en Alemania tras haber sobrevivido a un envenenamiento mediante un agente nervioso, del que responsabilizó al presidente ruso. "Sostengo que detrás de los hechos está Putin y no tengo otras versiones de lo ocurrido", aseguró el opositor al semanario alemán Der Spiegel tras ser dado de alta en Berlín.