Víktor Orbán está siendo uno de los principales actores secundarios de la guerra de Ucrania y no ha perdido la oportunidad de meter baza en este conflicto bélico para intentar sacar algún provecho. Ahora, se ha aprovechado del drama de los refugiados ucranianos que intentan huir del horror de la guerra a su país para presionar en Bruselas y conseguir que se levanten las sanciones y bloqueos que impuso la Comisión Europea (CE) sobre Hungría. Este bloqueo en Budapest se aplicaba sobre los fondos de recuperación postpandemia, también conocidos como fondos europeos o Next Generation, por la deriva autoritaria del país, sobre todo en temas referentes a la comunidad LGTBI. Ahora, Orbán ha instado la CE a levantar estas sanciones para destinar el dinero a ayudar a los refugiados ucranianos. Según la última actualización de datos de Acnur, 3.557.245 personas han tenido que huir de Ucrania, y de estas, 317.863 han llegado en Hungría.
En una carta enviada a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, el polémico primer ministro húngaro, ha cifrado en unos 450.000 los ucranianos llegados a Hungría desde que empezó la invasión el pasado 24 de febrero, un número más alto de lo que reflejan los datos oficiales. Por todo ello, este país "solamente pide tener acceso de una manera efectiva y cuanto antes mejor en los fondos que se le han asignado", según se puede leer en este documento, escrito el 18 de marzo y que hoy ha publicado el portal Pénzcentrum. De los 800.000 millones de euros que conforman el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, a Hungría correspondían 7.000.
Políticas anti LGTBI
Estos millones, sin embargo, están congelados mientras el gobierno ultranacionalista de Orbán no se eche atrás en sus violaciones de los principios en que se basa la Unión Europea, en referencia a la libertad de prensa y los derechos de las minorías, en especial de la comunidad LGTBI. En junio del 2021, el país aprobó una ley que prohíbe "mostrar o promocionar" la homosexualidad o la realidad de las personas trans a menores de edad. Según esta normativa, las empresas no pueden hacer anuncios mostrando su apoyo a los homosexuales si se considera que están dirigidos a menores de 18 años, entre otras medidas que levantaron mucha polémica y acabaron con estas sanciones de la Comisión Europea.
Carta a Von der Leyen
El próximo 3 de abril se celebran elecciones legislativas en Hungría, mientras el país tiene varios expedientes abiertos a Bruselas, que a finales de 2021 ya advertía que era improbable poder recuperar los planes de recuperación en países como Polonia. Las negociaciones se han estancado por una falta de transparencia en la licitación y los riesgos de corrupción en Hungría, aunque ninguna de las partes lo confirma oficialmente. En su carta, Orbán ha pedido que se levante el bloqueo para poder ayudar a los refugiados: "La guerra significa un reto sin precedentes. En una situación de crisis como esta hay que mantener la unidad de la Unión y la responsabilidad compartida", le ha dicho el primer ministro a Von der Leyen.
Prohibir el paso de armamento
A principios de marzo, Orbán prohibió por decreto el paso por su país de armas con destino Ucrania, pero avalando que la OTAN se despliegue en su territorio. Durante los días previos a esta decisión, el primer ministro había ido reiterando que tenía la intención de aprobarlo: "Teníamos que decidir si permitíamos el paso de armamento a través de la frontera entre Hungría y Ucrania y hemos decidido no permitirlo, ya que hay húngaros que viven en Zakarpatia y no nos podemos permitir ninguna acción que ponga en peligro su seguridad", anunció entonces. En la misma línea, el portavoz del gobierno, Zoltan Kovacs, trasladó a un grupo de embajadores del país que lo más importante es en este momento la seguridad de Hungría. Por eso, "participaremos en los esfuerzos conjuntos de paz de la Unión Europea y la OTAN, pero no enviaremos soldado o armas a Ucrania, ya que eso supondría poner en riesgo la vida de compatriotas", justificaba.