Los líderes de la Unión Europea han acordado este jueves abrir las negociaciones para la adhesión de Ucrania. El anuncio se ha hecho por sorpresa, precisamente porque el presidente de Hungría, Viktor Orbán, había vetado hasta ahora la incorporación del país en guerra a la Unión, y no se esperaba que se moviera de su posición. Finalmente, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha informado a través de las redes sociales de que la institución "ha decidido iniciar negociaciones de adhesión" de Ucrania, así como de Moldavia. Michel también ha indicado que se ha concedido el estatus de candidato a Georgia y que se iniciarán negociaciones con Bosnia-Herzegovina "una vez se llegue al grado necesario de cumplimiento de los criterios de pertenencia". En este sentido, se ha invitado la Comisión Europea a posicionar sobre la decisión. "Una clara señal de esperanza para sus pueblos y para nuestro continente", ha recalcado Michel.
The European Council has decided to open accession negotiations with Ukraine & Moldova. #EUCO granted candidate status to Georgia. And the EU will open negotiations with Bosnia and Herzegovina once the necessary degree of compliance with the membership criteria is reached and…
— Charles Michel (@CharlesMichel) December 14, 2023
El movimiento de última hora ha sido absolutamente inesperado. Durante semanas, Orbán ya había rechazado la incorporación de Ucrania en el órgano europeo. Incluso este mismo jueves por la mañana Orbán había afirmado que no había "razones" para negociar la adhesión, haciendo entender de esta manera que no habría ningún cambio de posicionamiento. Pero finalmente sí que se ha dado. Para entender la magnitud de la sorpresa, la periodista irlandesa Naomi O'Leary ha explicado a las redes sociales que el anuncio de Charles Michel había generado un "pandemonio" en la zona de prensa de la UE.
Orbán acaba cediendo
La reunión de los líderes de la Unión Europea ha empezado más tarde del previsto porque Michel se había reunido, junto con el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, con Orbán para conseguir que levantara el veto en las negociaciones de adhesión y a los 50.000 millones de euros que había prometido Bruselas en Kiev. Orbán se había mostrado en contra de este paquete de ayuda, y había señalado que Ucrania no había completado todavía todos los requisitos para iniciar la negociación de su incorporación. "Hemos establecido siete condiciones previas e, incluso con la evaluación de la Comisión, tres de siete no se han cumplido. No hay razón para negociar ahora la filiación de Ucrania", había afirmado esta mañana. El movimiento de última hora podría tener que ver con el hecho de que la Comisión Europea desbloqueó ayer 10.200 millones para Budapest, después de avalar la reforma para mejorar su independencia judicial.