El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha calificado hoy de "vandalismo legal" el procedimiento abierto por la Unión Europea (UE) contra su país y Polonia por discriminar al colectivo LGTBI, según recoge Efe. "Tanto el derecho familiar como la enseñanza son competencia nacional y quieren iniciar procedimientos en estos temas", ha reiterado Orbán, defendiendo la ley aprobada recientemente que vincula la pederastia con la homosexualidad.

Orbán ha acusado en la UE de querer que las organizaciones LGTBI entren a las escuelas húngaras. Por su parte Burssel·les ha argumentado que la ley húngara viola la dignidad humana, de información, de derecho al respecto de la vida priva y el derecho a la no discriminación. El Ejecutivo húngaro, sin embargo, considera que su ley protege a los menos y el derecho de los padres a educar a sus hijos.

El primer ministro húngaro ha acusado en la Unión Europea de abuso de poder. "Es inaceptable que se relacionen los valores con los fondos", ha afirmado Orbán y ha sentenciado que "Bruselas abusa de su poder, pero aquí se trata de la libertad de nuestros hijos". La Comisión Europea ha rechazado estas acusaciones del líder ultranacionaista y ha asegurado que los problemas con Hungría van mucho más allá que las discusiones por la ley LGTBI-fòbica.

Andrzej Duda, presidente de Polonia, en una coimebra entre su país y Alemania / Efe

Las cruzadas de Orbán y Duda

Los expedientes que ha abierto la UE van contra las normativas LGTBIfóbiques que se han aprobar en Polonia y Hungria, las dos cabezas de lanza de la homofóbia en la Unión Europea.

En el caso de Hungría se aprobó en junio una ley que impide las charlas sobre homosexualidad en los centros educativos y veta el contenido audiovisual LGTBI en la televisión. La normnativa se enmascara como una ley contra la pedofilia, pero ataca la libertad de los miembros de la comunidad LGTBI hungara.

Por su parte, Polonia es ya una vieja conocida de las políticas que atacan los derechos y las libertades del colectivo. El Estado polaco ha sido sancionado económicamente por la UE después de que se declararan espacios "libres de LGTBI" varias zonas del país.

El soporte mutuo entre los ejecutivos que llevan a cabo normativas abiertamente LGTBI-fòbiques es el principal escollo para aplicar un castigo duro a ninguno de los dos países. Un ejemplo sería la retirada del derecho al voto de uno de los dos estados en el Consejo Europeo, pero eso requiere la unanimidad de los otros 26 socios y Polonia y Hungría se protegen respectivamente.

 

Imagen principal: El primer ministro de Hungría, Vktor Orbán, llegando durante una reunión de la Comisión Europea.