La OTAN hace 75 años y se dispone a soplar las velas de una manera que no se imaginaba hace poco más de una semana. Las fiestas de la cumbre en Washington entre el 9 y 11 de julio, para conmemorar la firma del tratado en 1949 por el cual 12 gobiernos se prometían ayuda mutua en caso de agresión externa, podrían no ser la fiesta esperada. El presidente norteamericano, Joe Biden, y anfitrión del encuentro, presenta un futuro incierto después del debate con Donald Trump, en el que salió tocado. Y de hecho, podría perder las elecciones con el mismo contrincante en noviembre.
Por si fuera poco, estos actos de celebración se producen también después de uno de los peores ataques con misiles rusos contra Ucrania en los últimos meses. En este sentido, los líderes de la OTAN se encontrarán también para anunciar los detalles de un paquete de ayuda que incluirá sistemas de defensa aéreos cruciales destinados a proteger las ciudades ucranianas. El paquete ya ha sido presentado como "histórico" y es visto como un intento de "garantizar el futuro" de la continua ayuda a Ucrania, pero puede ser que no satisfaga completamente Kyiv, que ha tenido que hacer frente a ataques sin precedentes contra enclaves e infraestructura civil.
Un paquete con sensación de urgencia
La reanudación de los ataques con misiles a gran escala contra objetivos a Kyiv aumentará la sensación de urgencia en torno a las discusiones entre los 32 líderes de la OTAN. Las imágenes de Kyiv mostraron niños en un hospital oncológico pediátrico llenos de sangre y polvo después del ataque del lunes, que un funcionario de la administración Biden describió como "horrible, trágico y sin sentido". Se cree que todavía hay cuerpos atrapados bajo los escombros del hospital.
"Se trata de ‟una acción totalmente deliberada, específicamente diseñada y aprobada por Putin. Justo antes de la cumbre de la OTAN. Es una bofetada a la alianza", ha detallado Mykhailo Podolyak, asesor de la administración presidencial ucraniana. Lo calificó de "señal informal" que "ni siquiera el asesinato directo de niños hará que [la Alianza] tome todas las decisiones necesarias. Y es por eso que seguimos atacando".
Los observadores esperan que los miembros de la OTAN se comprometan a enviar al menos cuatro baterías de misiles Patriot adicionales a Ucrania al acabar la cumbre de esta semana. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había pedido previamente a la OTAN siete baterías, diciendo a los miembros de la OTAN que Putin "tiene que ser derribado a tierra, y nuestro cielo debe volver a ser seguro... Y depende completamente de su elección... [la] elección de si realmente somos aliados".
Se espera que los cuatro sistemas de misiles Patriot sean suministrados por los Estados Unidos, Alemania, Rumania y una iniciativa multinacional liderada por los Países Bajos. España, Grecia y Polonia también tienen sistemas de misiles Patriot, pero hasta ahora no se han comprometido a suministrar baterías en Ucrania. Otro sistema podría ser suministrado por Israel, que ahora utiliza el Iron Dome y otros sistemas de defensa aérea para protegerse contra los ataques con cohetes y misiles.
La víspera de la cumbre, los diplomáticos han puesto de manifiesto que todavía no había "ningún consenso" sobre la invitación de la OTAN a Ucrania para que se una a la alianza. "Algunos aliados se muestran poco inclinados en esta dirección, pero estamos discutiendo los términos para al menos demostrar que el camino de Ucrania hacia la adhesión es irreversible, que no hay marcha atrás", ha dicho un funcionario europeo, según comenta el The Guardian.