Paso histórico. El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha hecho una declaración institucional en que ha pronunciado una disculpa formal en nombre de su país por la contribución histórica de la nación en el tráfico de esclavos. "Hoy, en nombre del gobierno holandés, pido disculpas por las acciones pasadas de nuestro país, pedimos disculpas a las personas esclavizadas en el pasado que sufrieron a consecuencia de estas acciones, así como a sus hijas e hijos, a todos sus descendientes, hasta nuestros días", ha indicado Rutte. La comparecencia, hecha en el Archivo Nacional de La Haya —donde los invitados han recibido al primer ministro en silencio—, ha durado unos 20 minutos.
Rutte ha señalado con claridad que "durante siglos, el Estado holandés y sus representantes facilitaron, estimularon, preservaron y sacaron provecho de la esclavitud". El mandatario holandés ha añadido que "durante siglos, los seres humanos fueron convertidos en mercancías y fueron explotados y maltratados". "La dignidad humana fue violada de la manera más horrible posible y los sucesivos gobiernos del país después de 1863 no pudieron ver y reconocer adecuadamente que nuestro pasado de esclavitud siguió teniendo efectos negativos y todavía lo hace", ha afirmado con un tono muy serio Mark Rutte.
Precisamente, haciendo alusión al hecho que haya hecho esta declaración desde el Archivo Nacional, el jefe del ejecutivo de Países Bajos ha precisado que "aunque no podemos escuchar las voces no escritas del pasado, la historia que se desprende de todos estos documentos que hay aquí no siempre es bonita, sino que a veces es dolorosa e incluso vergonzosa". "Los que vivimos en el mundo actual tenemos que reconocer los males de la esclavitud en los términos más claros posibles y condenarlo como aquello que es: un crimen contra la humanidad, un sistema criminal que provocó un sufrimiento incalculable de personas, un sufrimiento que continúa en la vida de las personas hoy y que, como país, nos toca hacer frente en nuestra parte en esta historia", ha aseverado.
Hacer frente "abiertamente" al pasado
Rutte no ha querido huir de los hechos y ha recordado, por ejemplo, los más de 600.000 niños, mujeres y hombres africanos que fueron esclavizados en 1814 y que fueron enviados en condiciones deplorables en el continente americano por parte de los comerciantes de esclavos holandeses. "Fueron arrancados de sus familias y despojados de su humanidad, los transportaban y trataban como al ganado y, a menudo, al fin y al cabo estaba bajo la autoridad gubernamental de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales", ha subrayado. De hecho, el primer ministro también ha lamentado que, aunque se abolió la esclavitud en 1863, algunos de los que recibieron la compensación económica del Estado fueron los "propietarios" de los esclavos y no los grandes perjudicados por este sistema "absurdo e injusto". "Una parte de ellos, incluso, se vieron obligados a seguir trabajando bajo la supervisión del Estado una década más, eran 10 años más de una vida de sumisión", ha denunciado Mark Rutte.
El jefe del ejecutivo de Países Bajos ha admitido que "durante un tiempo, pensé que no podríamos asumir una responsabilidad significativa por una cosa que pasó hace muchos años, una cosa que ninguno de nosotros ha experimentado de primera mano; pensaba que el papel del país en la esclavitud era una cosa del pasado, que ya habíamos dejado atrás; pero me he equivocado, porque los siglos de opresión y explotación todavía tienen efectos hasta nuestros días: estereotipos racistas, desigualdad social y patrones discriminatorios de exclusión. Para romper estos patrones, tenemos que enfrentarnos abierta y honestamente a nuestro pasado y reconocer la responsabilidad del terrible sufrimiento infligido a los esclavos y a sus descendientes", ha concluido Rutte. Algunos activistas holandeses consideran que esta declaración se tendría que haber hecho el 1 de julio de 2023, coincidiendo con el 160.º aniversario del fin de la abolición de la esclavitud —o 150.º, dado que algunos siguieron siendo esclavos 10 años más—.