El pánico se ha extendido esta semana a la isla griega de Santorini a causa de los constantes seísmos que sacuden la región, con terremotos de hasta 5 de magnitud en la escala de Richter. A estas alturas, hasta 11.000 personas, han abandonado la zona ante el riesgo de que se puedan producir temblores de más magnitud. A través de las redes sociales se han viralizado las imágenes de centenares de personas amontonadas delante del puerto para intentar embarcar en alguno de los ferris con destino hacia Atenas. Otros han decidido dirigirse hacia el aeropuerto para encontrar un sitio en alguno de los vuelos extraordinarios que ofrecen dos aerolíneas griegas. Los datos son muy relevantes, teniendo en cuenta que en Santorini viven en torno a 25.000 personas, casi la mitad de las cuales han huido.
El temor de los expertos es que en algún momento se puedan producir terremotos más potentes, con magnitudes que oscilen entre 5,5 y 6, si bien no hay manera de predecir un escenario concreto. Las autoridades, por su parte, no han pedido de manera explícita la evacuación de Santorini. Sin embargo, como medida de precaución, el gobierno helénico sí que ha paralizado desde el lunes las clases y las obras y ha recomendado a la población que se abstenga de participar en grandes reuniones o acercarse a determinadas áreas portuarias.
CCTV captures 5.1 magnitude #earthquake striking Santorini, Greece on February 4, 2025 pic.twitter.com/RAbvBtbKMl
— Weather Monitor (@WeatherMonitors) February 5, 2025
El archipiélago de las Cícladas, conformado por Santorini y otras islas adyacentes, ha sufrido desde el sábado más de 50 seísmos con una magnitud superior a 4. Esta misma madrugada del miércoles, los sismógrafos han detectado dos terremotos más con solo cinco minutos de diferencia, según el Instituto Geodinámico de Atenas. Mientras tanto, el ministerio de Protección Ciudadana ha reforzado los equipos de emergencia en las zonas más afectadas. Los bomberos trabajan codo con codo con los equipos de rescate con perros de búsqueda, así como los trabajadores de la compañía eléctrica, los cuales pueden hacer funcionar grandes generadores en caso de un posible apagón después de un fuerte seísmo.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha pedido a los habitantes de Santorini que "mantengan la calma", al mismo tiempo que ha recalcado que "hoy somos un poco más optimistas, el Estado confía en los científicos". Por otra parte, el mandatario ha presidido este miércoles una reunión en la sede de Protección Civil para decidir los pasos a hacer y posiblemente tomar más medidas para aumentar la precaución y la preparación de las autoridades.
Un futuro imprevisible
La imprevisibilidad de este fenómeno provoca que sismólogos y geólogos apunten hacia cualquier posibilidad a la hora de predecir un posible final de los temblores. El profesor de Gestión de Desastres Naturales, Efthimis Lekkas, ha declarado a la prensa local que un gran terremoto de una magnitud en torno a 6 podría provocar que la tensión acumulada se disipe y devuelva la calma a Santorini. Otros expertos señalan que los seísmos podrían durar semanas o incluso meses. Sin embargo, todos los expertos coinciden en una cosa: no se puede excluir ningún caso, incluso un terremoto de magnitud 7, parecido al que sacudió la isla de Amorgos en 1956 y produjo un tsunami que causó la muerte de 53 personas. Tampoco se puede descartar con certeza que estos seísmos despierten los dos grandes volcanes de la región, el de la caldera de Santorini y el submarino de Kolumbo.