El papa emérito Benedicto XVI está "lúcido", pero "grave". Así lo ha explicado este jueves el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, que ha emitido un comunicado sobre el estado de salud de Benedicto XVI. En este comunicado se detalla que sus condiciones de salud son "graves", aunque también son "estables". Además, la Santa Sede ha informado de que el papa emérito ha descansado "bien" durante la última noche. Todo, después de que el papa Francisco alertara de su situación en la audiencia general de este miércoles.
Benedicto XVI renunció el año 2013 y desde entonces ha vivido ajeno a la vida pública. A pesar de algunas polémicas, la mayoría de titulares que se han publicado sobre él han girado en torno a su salud —siempre puesta en duda. Fue su sucesor, el papa Francisco, quien confirmó este miércoles la enfermedad del emérito. No escondió la preocupación por su situación y pidió una "oración especial" para Benedicto XVI. "Pido una oración especial para el papa Benedicto XVI, que en el silencio está sosteniendo la Iglesia, para recordar que está muy enfermo y para pedir al Señor que lo consuele y le dé apoyo en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final", pregó el papa Francisco al final de una audiencia general celebrada en el aula Pablo VI.
El estado de salud de Benedicto XVI
La petición del papa Francisco encendió todas las alarmas en un momento en el cual también se habla de una posible abdicación del argentino. Hasta ahora, se había insistido en la idea de que el estado de salud del alemán Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) era frágil por motivos de edad (95 años). Pero, según su secretario personal, Georg Gänswein, su mente todavía funcionaba a la perfección. Cosa que ha confirmado este jueves el Vaticano, a pesar de las palabras de Francisco sobre el agravamiento de su estado de salud.
Desde que renunció al cargo, Ratzinger vive en el convento Mater Ecclesiae de Ciudad del Vaticano. El pasado mes de abril, Benedicto XVI cumplía 95 años y el cardenal Gänswein quiso dejar claro que continuaba lúcido (a pesar de su debilidad física). Compartió algunos detalles del día a día del papa emérito, como que sigue siendo muy "metódico" —concelebrando la misa de las 7.30 para después escuchar música desde su sofá. Incluso habría "reanudado sus habituales paseos por los Jardines del Vaticano". Ahora, las palabras de Francisco hacen pensar que su rutina ha cambiado desde abril y que tiene que guardar mucho más reposo. Aquel 13 de abril, el papa visitó a su antecesor para felicitarlo por su aniversario, y aprovecharon para rezar juntos.