Los drones podrían estar echando una mano en la guerra de Ucrania, pero tal vez, no tanto como se esperaba. Hace unos días el ejército ucraniano difundía a través de las redes sociales un vídeo donde se mostraba cómo uno de sus drones destrozaba una batería de misiles rusa escondida en la Isla de las Serpientes. Se trata de un dron de diseño turco denominado Bayraktar TB2. Desde el inicio de la guerra, este dron se ha convertido en un dron asesino pilotado a distancia, de hecho, su piloto puede estar hasta 305 kilómetros. Supuestamente, según dice el The Guardian, las dos docenas de drones que tenía Ucrania, ya habrían sido destruidas y Ankara, que no quería molestar en Rusia, no habría vendido más. Pero claro está, todo lo que está pasando en la Isla de las Serpientes, podría hacer cambiar esta creencia.
Después de que haya aparecido un nuevo vídeo de TB2 con una música que lo acompaña, se puede ver cómo se destruía una lancha, un día después de hacer caer un helicóptero Mi-8, cuando las tropas rusas desembarcaban.
¿Qué ha pasado?
El mismo diario británico destaca que el analista de aviación Amelia Smith, descubrió que uno de los vídeos del dron se veía un nuevo registro, el T253, que no se había visto en Ucrania. En este sentido, se había visto en fase de pruebas en marzo en las instalaciones de prueba del fabricante en Turquía, hecho que podría indicar que se hubiera suministrado de manera reciente, quizás como aparte de un nuevo lote. Una semana después, Rusia anunciaba que había hecho caer más drones TB2, que habrían costado entre 1 millón y 2 millones de euros cada uno, además de otros aviones sin tripulación que han participado en la batalla de la Isla de las Serpientes. La información se hace difícil de verificar porque los dos ejércitos estarían todavía en disputa para hacerse con la isla.
¿La invasión rusa se ha estancado?
Después de once semanas de combates donde Rusia no ha conseguido llegar en Kyiv y donde te tropiezas con ellas han reculado al norte de la capital, centrando sus esfuerzos en el Donbás, parece que la invasión podría haberse estancado. Los drones no es que hayan tenido una presencia relevante o irrelevante, aunque es cierto que los drones de los dos lados no han estado excesivamente presentes en grandes cantidades y, una vez eliminados, no son fáciles de sustituir. En este sentido, el The Guardian hace referencia al experto de drones del grupo de expertos del Centro de Análisis de los EE.UU., constata que Ucrania se había aprovechado que Rusia no controlaba el espacio aéreo y que Rusia no tenía defensas de guerra electrónica persistentes.
Douglas Barrie, analista aeroespacial del Instituto Internacionales de Estudios Estratégicos, destacaba también en el mismo diario que Rusia se tendría que poner al día, y que no ha invertido en esta área desde principios de los años 1990.