Los agricultores franceses iniciaron este lunes por la tarde el 'asedio' a algunas de las principales vías de acceso a París, entre advertencias del Gobierno para que esa acción sea limitada y no perjudique a la vida de los ciudadanos. Los agricultores han pasado la noche en las carreteras y este martes por la mañana, tal y como se puede ver en las cámaras que registran el tráfico en tiempo real, los principales accesos a la capital francesa están bloqueados:
Cientos de tractores comenzaron a bloquear desde primera hora de la tarde de este lunes varias de las autopistas y carreteras nacionales que llevan a la capital, aunque también lo hicieron en otras grandes ciudades, como Marsella o Lyon. "Presionar París es presionar al Gobierno", señaló de forma clara a EFE Maxime Lievin, tesorero de la sección regional del sindicato agrícola FNSEA, el principal del país, desde un puesto de bloqueo en Jossigny, que cierra al tráfico la autopista A4, que une París con el resto del país.
Aquí, como en otros bloqueos, los agricultores han traído carpas, barbacoas y equipos de iluminación para pasar la noche y, como dicen ellos, todo el tiempo que haga falta.
"Líneas rojas" del Gobierno
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo ya desde el domingo que no habrá "intervención" contra los cortes limitados de carreteras, pero dejó claro de que hay "líneas rojas" que los agricultores no pueden pasar: no se tolerarán bloqueos al mercado de abastos de Rungis, el mayor de Europa, o a los aeropuertos de la capital.
Desde este lunes por la mañana hay, una unidad antidisturbios de la Gendarmería equipada con tanquetas protege Rungis (al sur de París), donde se surten de productos frescos los comerciantes y restaurantes de toda la región de la capital, que tiene más de 12 millones de habitantes.
Gran movilización policial
En total, unos 15.000 policías de distintos cuerpos están movilizados por todo el país para tener bajo control esta protesta, que está siendo permitida desde que comenzó hace casi dos semanas con el bloqueo de la autopista A64 en el sur del país el pasado día 18. Un convoy de tractores partió ayer por la mañana de la sureña ciudad de Agen con el objetivo declarado de intentar bloquear el mercado de Rungis, aunque al ritmo de estos vehículos no llegarán hasta la noche de este martes, como mínimo.
Los agricultores claman por medidas tanto a nivel nacional como de la Unión Europea para rentabilizar sus explotaciones, reducir la burocracia y agilizar los trámites administrativos. Entre otros puntos, piden la eliminación del barbecho obligatorio impuesto desde Bruselas, que se cumpla la ley que obliga a la industria agroalimentaria a pagar precios justos o un nuevo sistema más ágil para cobrar a tiempo (y no con más de un año de retraso) la subvención al gasóleo agrícola.
Sobre todo, afirman ser víctimas de una competencia desleal, ya que creen que muchos de los productos que entran del exterior no están obligados a cumplir las mismas exigencias sanitarias y ambientales que ellos deben respetar, algo de lo que culpan a la Unión Europea (UE) y al Gobierno francés.
Nuevas medidas del Ejecutivo desde este martes
El primer ministro, Gabriel Attal, celebró el lunes una reunión de un grupo reducido del Gobierno, a cuyo término la portavoz del Ejecutivo, Prisca Thevenot, anunció que habrá nuevos anuncios ya desde hoy martes y en los próximos días. Los líderes de los principales sindicatos agrícolas se reunieron la pasada noche con Attal en el Palacio de Matignon en un intento de avanzarles algunas de las nuevas medidas. Attal podría hacerlo en su discurso de política nacional previsto para este martes ante el pleno de la Asamblea Nacional.
La protesta se aceleró el lunes después de que las medidas anunciadas por Attal el viernes pasado, en el departamento de Alto Garona donde comenzó la protesta, han sido consideradas insuficientes por los distintos sindicatos agrícolas, que han decidido aumentar la presión sobre el Ejecutivo.
Un asunto prioritario para Macron
Paralelamente a las medidas nacionales, el Elíseo ha dicho que el presidente Emmanuel Macron planteará a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, una serie de cambios en la política agraria común, en particular sobre la obligación de dejar en barbecho un 4 % de sus tierras.
Además, Francia también quiere poner límites a la entrada de ciertos productos ucranianos, en particular pollos, huevos y azúcar, que se autorizaron sin aranceles y sin las reglas propias de la UE como medida de apoyo a Kyiv por la invasión rusa de Ucrania. Macron formulará estas peticiones durante el Consejo Extraordinario que tendrá lugar el próximo jueves en Bruselas.