La situación en París, y por toda Francia, es crítica. Este jueves por la noche se ha vivido la tercera jornada seguida de graves disturbios en varios suburbios de París y también en el centro de la capital con saqueos y ataques directos, y muy violentos, contra comisarías y edificios públicos. Según datos provisionales del Ministerio del Interior, se han detenido más de 875 alborotadores -la mayoría en el gran París- en una nueva noche de disturbios por todo el país después de la muerte, en una actuación policial, de un joven de 17 años, Nahel. Recibió un tiro por parte de un agente de la policía cuando, en una 'banlieue', intentó escapar de un control. Si bien el policía fue arrestado y se ha abierto una investigación, eso no ha evitado un estallido de violencia por todo el país, sobre todo en barrios con más presencia de personas inmigradas, contra la policía y contra todo lo que represente la República.
El despliegue policial no sofoca la revuelta
Este jueves por la noche la policía ha intentado sofocar la revuelta, que no tiene ningún liderazgo claro ni ningún objetivo concreto, más allá de la violencia y catalizar, en la muerte del Nahel, un rumor de rabia, queja y protesta, pero sin éxito. Ni la activación del BRI, una unidad de asalto, que con un vehículo blindado ha dado apoyo a los equipos antidisturbios de la Gendarmería y de la Policía Nacional francesa, han servido para evitar una nueva jornada de caos.
Según Interior, más de 875 personas han sido arrestadas por todo el país, sobre todo, en la capital, en una nueva noche de saqueos y de destrucción. La mayoría de los detenidos tienen entre 14 y 18 años, aseguran también fuentes de la policía francesa. En París es donde la situación está más tensa y desde la Jefatura de la Policía Nacional han asegurado que la situación estaba fuera de control y con los efectivos que había sobre el terreno, unos 40.000, no se podría hacer frente a la violencia. Desde la dirección de la policía se han activado equipos de asalto con vehículos blindados, como el de la BRI (Brigada de Investigación e Intervención) que se ha visto esta madrugada por las calles de Nanterre, la zona cero de los incidentes, y no descartan también sacar a la calle pelotones del GIGN y el RAID, dos de las unidades de élite de la policía francesa.
Entre las consecuencias de esta tercera noche de violencia en la calle, más allá de los enfrentamientos directos contra la policía, con lanzamiento de piedras y pirotecnia contra los antidisturbios, también se han registrado decenas de asaltos a tiendas y centros comerciales. Durante los asaltos, que se han seguido casi en directo por redes sociales como TikTok, se han visto imágenes de violencia extrema y también se han visto armas y motosierras.
La violencia en París no se detiene
A pesar de las detenciones y el despliegue sin precedentes de unidades policiales por todo el país, no parece que la tensión se haya rebajado. Hoy, viernes, inicio del fin de semana, se espera una nueva jornada de violencia en París y también por todo Francia, donde la revuelta por la muerte del Nahel y contra la violencia policial se ha extendido, ahora mismo, sin ningún elemento que parezca que la pueda parar. El presidente francés, Emmanuel Macron, que está en Bruselas formando parte de una cumbre con otros jefes de Estado, ha convocado para esta mañana una nueva reunión del gabinete de crisis. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha asegurado que ha dado órdenes claras de detener a todos los alborotadores.