Israel juega un papel muy importante en el espionaje mundial. Allí es donde nació el sistema Pegasus y, de allí, también emanan otras auténticas obras de ingeniería informática que se han convertido en herramientas imprescindibles para los servicios de inteligencia de los estados. Sin embargo, ¿por qué en Israel? ¿Y en qué situación queda Pegasus y su compañía NSO después del escándalo del CatalanGate? ¿Qué repercusiones tiene a nivel europeo su mala propaganda en las últimas semanas?
"El 50% de los clientes de Pegasus son estados antidemocráticos"
Este diario ha entrevistado a un especialista en la materia, el periodista de investigación israelí Amitai Ziv, del Tech 12 y colaborador de cabeceras de renombre como Haaretz, con el fin de entender la importancia que tienen este tipo de negocios y la influencia en nuestras vidas. De entrada, destaca que NSO creó sistemas como Pegasus porque representan, "en términos cibernéticos, un poder equivalente a una arma nuclear" y sirven para "combatir ataques con bombas nucleares, tener el poder de detectar a los responsables cuando se está gestando, también para prever ataques terroristas y redes de pedófilos".
Por eso, Ziv subraya que Pegasus se concibe para asuntos de alta gravedad y lo desvincula completamente del espionaje a políticos que puedan tener ideas democráticamente aceptables, como el independentismo catalán: "Desconozco exactamente la raíz de vuestro conflicto. He viajado a Barcelona y me gusta esta ciudad y Catalunya. Pero parece un conflicto menor para que se le tenga que destinar Pegasus. Reitero, este sistema está para entrar en sistemas como Whatsapp o Telegram y descifrar los mensajes encriptados de aquellos, por ejemplo, que son terroristas".
El caso mexicano
Pero es una evidencia que el CatalanGate y Pegasus son dos conceptos que van de la mano desde que se destapó en la prensa mundial a través del reportaje que el periodista Ronan Farrow publicó en el The New Yorker. Así pues, la otra pregunta que hay que hacerse es si Pegasus ha quedado, a nivel de reputación, como un sistema totalmente perjudicado que ha perdido el objetivo con que fue creado. "Sistemas como estos son necesarios. El problema es que actualmente, aparte del caso del CatalanGate, Pegasus también ha servido a países dictatoriales como instrumento de espionaje. Prácticamente el 50% de los clientes no son estados democráticos", asegura Ziv. Y pone ejemplos que van desde Uzbekistán, pasando por "México aunque puede ser discutible su grado de democracia" y la misma Arabia Saudita. Estos, utilizan Pegasus para "espiar a los disidentes y reprimirlos".
Y hay ejemplos. El grupo de ciberataque Candiru, el hermano de Pegasus, militarizó las vulnerabilidades de los productos de Microsoft y Google, lo cual permitió a los gobiernos hackear a miles de personas, entre ellos periodistas, activistas y disidentes políticos globales". México fue el país con más objetivos potenciales, en total 15.000 que estuvieron en la diana de Pegasus. La mayoría de los contratos con NSO fueron firmados por el gobierno de Felipe Calderón y posteriormente el de Enrique Peña, hasta el 2018. Amnistía Internacional consideró este espionaje de una gran campaña de acoso que obstaculizó la investigación de la desaparición de 43 estudiantes mexicanos después de enfrentamientos con la policía en septiembre de 2014 y cuyos cuerpos fueron presuntamente incinerados.
Las casualidades no existen y, precisamente Tomás Zerón, antiguo jefe de Seguridad del Estado en México, vive ahora como un prófugo de la justicia en Israel, a quien se le acusa de la responsabilidad de la desaparición de estos estudiantes de Ayotzinapa. El actual subsecretario de Derechos Humanos en México, Alejandro Encinas, imputó que Tomás Zerón "tiene vínculos con empresas israelíes muy poderosas que utilizaron sus influencias para ayudarlo a escapar de México".
Se constata que Israel, como aparato estatal, juega un papel muy importante con este tipo de agencias de espionaje. Por una parte, el mismo gobierno es uno de sus principales clientes y, de la otra, empresas como NSO ven el refugio perfecto dentro de sus fronteras. "Para una persona de Israel, trabajar en estas agencias es increíble, los salarios son muy altos y el interés por tener conocimientos ligados a la informática, su software y la alta tecnología es muy alto. Seguramente, el conflicto eterno que se vive con Palestina fomenta este imaginario colectivo", argumenta Ziv y añade: "Para un país como Israel, cualquier tipo de apoyo en la lucha contra el terrorismo es un tema delicado y de un alto interés".
Sueldos de 21.400-90.000 dólares mensuales
Según un informe del Citizen Lab, NSO ha cambiado su registro domiciliario de forma frecuente en los últimos tiempos. Preguntado por sus características al periodista de investigación, este asegura que actualmente se sitúa en Herzliya, cerca de Tel Aviv, en unas oficinas muy pequeñas. NSO, propietaria de Pegasus, fue fundada en el 2010 por "tres veteranos del ejército pertenecientes a la Unidad de Inteligencia 8200", que iniciaron sus pasos en Pegasus reclutando a los mejores hackers del ejército que pueden llegar a ganar de 21.400 a 90.000 dólares mensuales, siempre que el contratante sea una empresa privada y no los servicios de inteligencia ligados al ente público.
Por eso, a pesar de los escándalos, es una pieza que se ha convertido extraoficialmente en un ente inseparable del aparato estatal de Israel: "Es el mismo estado quien define los instrumentos de ciberataque como las otras armas y exportaciones que tienen que ser aprobadas por su Ministerio de Defensa". La sede, sin embargo, se divide entre Israel y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, "por un tema de tasas", matiza Ziv.
Un negocio al alza
Y más allá de Pegasus o Candiru, hay muchos otros nombres propios que configuran una red de espionaje que convierte a Israel en un gran proveedor de un arma indispensable para cualquier estado. Así pues, NICE, Beyond Verbal, VoiceSense o Cognyte Software son otros líderes globales en la investigación de sistemas de software con sede en Israel. Y su alta demanda hace que también encontremos, sin tanta incidencia, en otros países con la apertura de nuevos sistemas como Uniphore en la India, SESTEK en Turquía, AudEERING en Alemania o Verynt Systems, Avaya o Calabrio, estos tres últimos en Estados Unidos.