Cada día que pasa hay más nervios en relación con un posible accidente en la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, bajo control ruso desde el mes de marzo. El miedo sobre un riesgo de accidente nuclear está latente. El secretario general de la ONU, António Guterres, cree que los daños potenciales en la planta de Zaporiyia podrían ser un "suicidio" y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, ha dicho que nadie quiere otro Chernóbil. Ya hace tiempo ahora que Rusia controla la planta, pero justo ahora es cuándo las dos partes se han acusado de bombardeos.
Los dos hablan de una posible provocación. Ucrania dice que un equipo de filmación ruso ya ha organizado un ataque por culpar a Kyiv. Los funcionarios de defensa rusos han producido un mapa que demuestra cómo una nube radiactiva podría propagarse desde la planta de Ucrania hasta países vecinos, incluyendo Hungría, Polonia y Eslovaquia. ¿Entonces, cuál es el riesgo de esta planta nuclear que concentra seis reactores? ¿Podría haber un nuevo Chernóbil? ¿O una fusión como la de Fukushima?
El miedo sobre todo radica en los bombardeos, artillería o cohetes. Ucrania dice que Rusia lo utiliza como escudo para disparar contra las ciudades del lado. Rusia lo niega. "Yo no estaría demasiado preocupado", dice el director del centro de Formación Doctoral en Futuros de Energía Nuclear, Mark Wenman, y destaca la BBC. "Zaporiyia se construyó a la década de 1980, que es relativamente moderna". En este sentido, no comulga con las comparaciones entre esta central nuclear y Chernóbil o Fukushima. Tal como destaca, Chernóbil tenía errores de diseño y lo que pasó en Fukushima es que los generadores diésel se inundaron. Wenman piensa que eso no pasaría en Ucrania porque los generadores están dentro del edificio de contención.
¿Qué podría suponer un problema?
Según destaca, después del 11 de septiembre se probaron diferentes plantas nucleares para detectar errores, y se vio que la mayoría disponían de medidas seguras. Lo que sí que destaca que podría provocar un peligro más grave es si se perdiera el suministro de energía en los reactores nucleares y en los generadores de apoyo y se produjera una pérdida de refrigerante. Sin electricidad para alimentar las bombas en torno al núcleo del reactor caliente, el combustible empezaría a fundirse.
El teniente general Igor Kirillov, que encabeza el cuerpo de protección nuclear de Rusia, ha dicho que los sistemas de apoyo de la planta ya habían sido dañados por los bombardeos. En este sentido, destaca la BBC, estos tipos de errores en las bombas y los generadores podría provocar el sobrecalentamiento del núcleo del reactor y la destrucción de las instalaciones de la planta.
"Eso no sería tan grave como Chernóbil, pero todavía podría dar lugar a una liberación de radioactividad y eso depende de qué dirección sople el viento", dice Claire Corkhill, profesora de degradación de material nuclear en la Universidad de Sheffield. Para ella, el riesgo de que alguna cosa salga mal es genuino, y Rusia correría tanto riesgo como Europa Central.
La autoridad de energía atómica de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha advertido de un "riesgo muy real de desastre nuclear" y ha pedido que se le permita el acceso al lugar cuanto antes mejor. Y de hecho, el director general del organismo, Rafael Grossi, ha anunciado esta mañana que los expertos del organismo están dirigiéndose a Ucrania para visitar la planta. "Ha llegado el día, la misión de apoyo y asistencia del OIEA para Zaporiyia ya está de camino", ha descrito Grossi en su cuenta de Twitter. No se sabe todavía cuándo podría empezar esta inspección. La CNN destaca que podría producirse durante la semana.