Agrupación Nacional (RN) se veía claro vencedor de las elecciones. Después de conseguir casi el 34% de los votos a la primera vuelta, la extrema derecha francesa partía como favorita. Pero el partido de Marine Le Pen acaba como el grande derrotado con una tercera posición y 143 escaños. Los sondeos habían llegado a apuntar que los ultras de RN podrían rozar la mayoría absoluta, a pesar de todo, han quedado lejos. Sin embargo, los resultados siguen siendo históricos para el partido ultraderechista, que tenía 89 escaños. En su discurso, Le Pen ya apuntaba las presidenciales del 2027. A pesar del resultado histórico, el partido no ha conseguido el objetivo inicial. Y precisamente, el hecho de que haya hablado en su discurso de las presidenciales del 2027 podría hacer levantar una guerra de jefes en el partido de extrema derecha. El partido todavía está digiriendo los resultados, porque las proyecciones hacían apuntar muy alto. Se calcula que podrían llegar, incluso, expulsiones de altos funcionarios. Mientras los dirigentes de Agrupación Nacional miran con aprensión el próximo gran desafío del partido, apoderarse del palacio presidencial de lo Elíseo en el 2027, una rivalidad incipiente entre estudiante y maestro se podría convertir en una que destroce una de las asociaciones políticas salidas más bien en la historia de la posguerra francesa.
¿Pulso entre Le Pen y Bardella después de los resultados electorales?
Le Pen le dio el liderazgo a Bardella, ¿pero podría afianzarse al cargo? Después de unirse al partido, entonces denominado Frente Nacional, a los 17 años, en 2012, subió rápidamente a sus filas hasta liderar su lista electoral a las elecciones en el Parlamento Europeo del 2019, a los 23 años. (El partido ganó el 23,3% de los votos, superando la alianza centrista de Macron). Bardella fue nombrado presidente interino del partido durante las elecciones presidenciales francesas del 2022 y se convirtió en su líder oficial unos meses después. En aquel momento, Bardella, consciente de la necesidad de mostrar lealtad en un partido que anteriormente solo había sido liderado por Le Pen, atribuyó su éxito a lo que nombró una "relación singular de inestimable confianza" con su mentora.
Desde entonces, Le Pen y Bardella se han presentado como una candidatura que se enfrenta al establishment político francés. Gracias a su condición de descendiente de la dinastía Le Pen (heredó el liderazgo del partido de su padre, Jean-Marie, en el 2011), representa el cambio dentro de la continuidad y un vínculo orgánico con la historia del partido. Pero esta fortaleza también es su debilidad: el nombre de Le Pen está indeleblemente ligado a los ultrajes antisemitas y racistas de su padre, a quien expulsó del partido en el 2015. Y justo aquí, tal como destaca Politico.eu, está donde entra en escena Bardella. Sin vínculos de sangre con la firma de Le Pen, disfruta de un atractivo mayor entre sectores del electorado que tradicionalmente se han mostrado reticentes a depositar un voto por el partido. Bardella también contribuye a ampliar el alcance del partido gracias al pasado personal. Bardella pasó su juventud en el barrio parisino de Seine-Saint-Denis, donde se hizo con los hijos de los inmigrantes y se empapó de la jerga y las referencias populares de la juventud francesa. Un hecho que, como no podría ser de otra manera, lo ha acercado a diferentes personas.
¿Qué tiene que ver el partido de Le Pen con Vladímir Putin?
La pregunta que muchos se hacen, sin embargo, es hasta cuando Bardella seguirá aceptando su rol actual. Y es que hay algunas cuestiones políticas clave donde él y Le Pen difieren. Concretamente con la relación que tienen con Rusia y Vladímir Putin. En declaraciones en el diario L'Opinion en febrero del 2023, Bardella afirmó que Agrupación Nacional había demostrado una "ingenuidad colectiva con respecto a las ambiciones de Vladímir Putin". Un comentario extraño, porque tal como recoge Politico.eu, el partido debe su supervivencia financiera a un préstamo de 9 millones de euros aprobado por el Kremlin. Y el partido habría hecho favores a Putin, trabajando como observadores para validar el resultado y también en territorios de Ucrania controlados por Rusia.
Bardella, sin embargo, no ha puesto freno y también habría dicho que las "declaraciones belicosas del presidente Putin representan un peligro para nuestra seguridad personal como nación". Le Pen, en cambio, se ha asegurado de no criticar directamente Putin. Cuando se le preguntó sobre la reelección del presidente ruso a principios de este año, Le Pen dijo: "Tenemos que vivir con eso... Nos enfrentamos a la realidad tal como es y no en el mundo como nos gustaría que fuera". Cuatro días antes de las elecciones parlamentarias, Moscú ha devuelto el favor: "El pueblo de Francia busca una política exterior que sirva a sus intereses nacionales y una ruptura con el dictado de Washington y Bruselas", ha escrito el Ministerio de Asuntos Exteriores en la plataforma de redes sociales X. Y no solo en política exterior discrepan. En política interior, Le Pen y Bardella tampoco coinciden. Bardella criticó a principios de este año la idea de imponer precios mínimos para los productos agrícolas franceses. La propuesta de precios mínimos es una postura del partido que fecha de hace tiempo y Le Pen se apresuró a corregir a su protegido durante una sesión de preguntas y respuestas a la Asamblea Nacional, destaca también Politico.eu.