La pena de muerte y la falta de humanidad en las prisiones americanas vuelve a debate, después de que esta semana haya trascendido el caso de Kenneth Eugene Smith, un preso al que el Estado de Alabama tiene previsto ejecutar este jueves con un método insólito y después de un intento previo fallido. Smith, encarcelado desde hace 36 años por el asesinato a sueldo de una mujer en 1988, ya pasó por un primer intento de ejecución en noviembre del 2022, cuando se le trató de suministrar una inyección letal que no funcionó por no encontrarle la vena adecuada después de intentarlo durante horas. ¿La distópica alternativa que ha pensado el Estado de Alabama para volver a probarlo? El hombre será asesinado este jueves en el centro penitenciario del Estado sureño con un método propio de la veterinaria porcina: asfixiado con una máscara de gas; concretamente, con nitrógeno.
"Estamos preparados", ha afirmado la gobernadora de Alabama, la republicana Kay Ivey, sobre la ejecución de Kenneth Eugene Smith. Se prevé, de esta forma, que sea la primera ejecución penitenciaria mediante este método, una práctica utilizada en el mundo veterinario —por ejemplo, con cerdos— y en casos muy concretos. Muchos veterinarios, de hecho, la rechazan por cuestiones éticas. Los verdugos le pondrán una máscara hermética y lo obligarán a inhalar nitrógeno puro hasta que se quede sin oxígeno y pierda la conciencia hasta morir. El último precedente similar fue el año 1999 en Arizona, cuando se ejecutó un preso en una cámara de gas, en la cual estuvo 18 minutos siendo intoxicado con cianuro.
Smith había apelado a la Corte Suprema de los Estados Unidos para salvar la vida, alegando que el método escogido es una tortura y un maltrato cruel. El alto tribunal, con mayoría conservadora, denegó suspender la ejecución. También lo hizo un juez federal la semana pasada, que rechazó el recurso de los abogados del condenado a muerte. Según ha afirmado el preso a los medios, a través de un intermediario, sufre "ataques de pánico" desde que la espera la muerte por gas. Un argumento que los magistrados han desestimado, a la vez que han señalado que las preocupaciones del afectado sobre la asfixia por nitrógeno son "especulativas" y "teóricas".
La ONU pide detener la ejecución por "tratamiento inhumano"
Al mismo tiempo, médicos y activistas han denunciado los riesgos que puede tener la ejecución por máscara de gas, en tanto que hay peligro que el preso empiece a convulsionar violentamente hasta quedar en estado vegetativo. Incluso el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Ravina Shamdasani ha declarado esta semana que el método podría constituir un claro caso de tortura, maltrato cruel, inhumano y degradante, y pidió que se suspendiera la ejecución. La Fiscalía que acusa a Smith, sin embargo, ha rechazado las advertencias de Naciones Unidas.
Las autoridades de Alabama se afianzan
"No sé si es degradante, no sé si es inhumano, pero creo que estamos mejorando. Creo que el proceso puede ser mejor que lo que le hizo a la víctima," ha argumentado el legislador del Estado de Alabama Reed Ingram, político republicano que votó a favor de autorizar la ejecución con asfixia por nitrógeno, en declaraciones en la cadena británica BBC. El preso participó en el asesinato a sueldo de una mujer en 1988, cuando un pastor de iglesia le prometió a él y a otro individuo 1.000 dólares a cada uno para que mataran a su mujer. Lo hicieron a cuchilladas y golpes y el pastor trató de hacerlo pasar a la policía como un robo violento que derivó en tragedia. El cerebro de la operación se suicidó al ser pillado y el otro asesino ya fue ejecutado en el 2010, mediante una inyección letal.