Pablo González era hasta febrero del 2022 un periodista freelance español. Pero todo cambió cuando fue detenido en Polonia y acusado de espionaje. Desde España rápidamente pidieron su libertad y también algunos dirigentes políticos se sumaron. Pero su libertad no llegó hasta el 1 de agosto del 2024, Occidente y Rusia acordaron en aquel momento un intercambio de prisioneros desde la Guerra Fría. Entre ellos está Pablo González, que también tiene nacionalidad rusa. Después de 900 días en una prisión polaca, llega a Moscú, nada más bajar del avión, está Vladímir Putin, el presidente ruso, se abrazan y se dan la mano. Pero al lado de Pablo González hay sicarios y espías rusos. ¿Entonces, qué pinta el periodista?
Una vez dentro del aeropuerto y, mientras Putin se dirige a los prisioneros, Pablo mantiene una conversación distendida con parte de la comitiva que acompaña Putin. Todavía no se sabe quiénes son las personas que están con él, pero se aprecia claramente una relación próxima y cordial. Se puede ver perfectamente como se abrazan y se dan golpecitos a la espalda entre sonrisas. Sorprende ver al periodista rodeado de estas personas. Pablo González nació el 28 de abril de 1982 en Moscú. Cuando era pequeño, sus padres se separan y se va con su madre a Bilbao. Se sabe, que Pablo tiene dos pasaportes. Al español, es Pablo González Yagüe; al ruso, Pavel Rubtsov. Se sabe de él que estudia Lenguas Eslavas en Barcelona y que ha hecho un máster sobre Periodismo Multimedia a la Universidad de País Vasco. Empieza a trabajar como periodista, como freelance, una profesión que le permite entrar casi en cualquier lugar.
Espía ruso desde el 2010 y más de 3.000 euros en el mes
Según ha podido saber Antena 3, Pablo González habría trabajado para el GRU, el servicio militar de inteligencia ruso, unos 15 años (como mínimo). Se sabe, según señalan los informativos de la cadena, porque hay un documento del 2017 en que Pablo pide un aumento de sueldo. En aquel momento, cobraba 3.100 € en el mes, viajes aparte. Y el periodista escribe: "recibo este sueldo desde el 2010". En este mismo mensaje también pide un aumento, quiere cobrar 4.300 € en el mes, que justifica con una inflación elevada; que se reconozca su antigüedad, una vivienda en Moscú y una pensión para cuando se retire del servicio.
Las funciones de Pablo González como espía ruso
Según las fuentes consultadas por Antena 3 Noticias, Pablo González trabaja a la Línea N del GRU. El departamento del servicio militar de inteligencia ruso donde se encuentran los llamados "espías ilegales": son los que trabajan fuera de su país, pero no tienen ningún apoyo legal por parte de su embajada. Por lo tanto, forma parte de un grupo de personas que trabajan solas y sin apoyo. En este sentido, su trabajo de periodista le habría ido como el anillo al dedo. Y, por otra parte, no necesitaba tampoco ninguna identidad falsa porque tenía dos pasaportes. En este contexto, entre los trabajos de Pablo destacan señalar personas o lugares de interés para el Kremlin, que podrían convertirse en objetivos.