La paz total entre los kurdos y Turquía está cada día más cerca. El llamamiento a la disolución y la entrega de las armas del líder y fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), Abdullah "Apo" Öcalan, ha supuesto un punto de inflexión para poner fin a un conflicto que ha durado casi 40 años y en que han muerto, en combates y atentados, más de 45.000 personas. La noticia de este sábado es que la guerrilla kurda ha declarado un alto el fuego con Turquía para llegar al final de la violencia. "Declaramos un alto el fuego efectivo a partir de hoy para facilitar el camino para la implementación del Llamamiento del Líder Apo a la Paz y a una Sociedad Democrática", ha señalado el grupo en un comunicado recogido por la agencia de noticias prokurda ANF, que menciona constantemente a Öcalan por su sobrenombre.

El PKK, clasificado por Turquía como grupo terrorista, ha apoyado a su líder intelectual para "iniciar un nuevo proceso histórico". En este sentido, la guerrilla ha afirmado que el llamamiento de Öcalan "ilumina el camino para todas las fuerzas de la libertad y la democracia" y ha puesto énfasis en el hecho que esta nueva fase tendrá que ser dirigida por el fundador del PKK porque "solo su liderazgo puede conseguir que cuestiones como el desarme sean aplicadas en la práctica". "Claro está que con este llamamiento se ha iniciado un nuevo proceso histórico en Kurdistán y Oriente Medio", ha aseverado el grupo, que ha otorgado al mensaje que Öcalan difundió el jueves una "importancia histórica".

De esta manera, se abre un nuevo capítulo en un conflicto que se ha alargado durante cuatro décadas, un periodo en que "todos tienen que asumir su responsabilidad y cumplir sus deberes y responsabilidades", han manifestado, al matizar que, para que tenga éxito, "la política democrática y el fundamento jurídico también tienen que ser adecuados". Con todo, los kurdos han recalcado que es necesario que Öcalan, que hace 22 años que está encarcelado, pueda vivir y trabajar libremente, estableciendo relaciones sin restricciones". "Se espera que las autoridades pertinentes faciliten estas condiciones", han insistido.

40 años de guerra y más de 40.000 muertos

El gobierno turco y el PKK, fundado en 1978, ya iniciaron en el 2013 un proceso de conversaciones de paz, si bien se hundieron en 2015 y se vieron seguidas por un estallido de enfrentamientos en las zonas de mayoría kurda en el sureste y el este del país. Hoy día, Ankara calcula que el conflicto ha dejado más de 45.000 muertos, la mayoría concentrados entre 1984 y 1999. Si bien el PKK formuló después de su fundación un llamamiento a la creación de un Estado independiente, actualmente aboga por una autonomía mayor en las zonas de mayoría kurda, situadas principalmente en el este y el sureste del país, parte de lo que se considera el Kurdistán histórico, que se extiende también a Siria, Iraq e Irán.