Keir Starmer, líder del Partido Laborista, quiere poner el foco en el crecimiento económico y la creación de riqueza de la oferta a los votantes cuando ponga en marcha su manifiesto favorable a las empresas dirigido a los exvotantes conservadores. El líder laborista pondrá en marcha el manifiesto este jueves, prometiendo poner énfasis a la estabilidad económica, en un contraste deliberado con la oferta más política de los conservadores a principios de esta semana.
El manifiesto laborista prometerá no aumentar el impuesto de sociedades, lanzar una nueva estrategia industrial centrada en la energía limpia y promulgar reformas de planificación rápidas para incentivar los desarrolladores a construir nueva infraestructura. Ahora que incluso los conservadores de alto rango hablan de la posibilidad de una victoria abrumadora del Partido Laborista el mes que viene, los funcionarios del partido dicen que no tropezarán en las etapas finales de la campaña haciendo promesas en las que los votantes no confían.
Starmer dirá, según apunta el The Guardian: "El 4 de julio, el pueblo británico podrá escoger un camino diferente para nuestro país. Estabilidad ante la política de pantomima; estrategia a largo plazo ante trucos a corto plazo; y crecimiento, no declive. Este es el cambio que ofrecerá nuestro manifiesto". Starmer lanzará el manifiesto en el contexto de una ventaja laborista constante de 20 puntos, que según los modelos daría al partido una mayoría de casi 200, incluso más de lo que ganó en 1997.
Durante meses, los conservadores habían insistido en que la ventaja laborista empezaría a desaparecer durante la campaña electoral, pero los últimos días han cambiado de táctica para advertir que los laboristas se podrían encaminar a una mayoría única en una generación.
Un programa sin promesas anunciadas
En parte, como resultado de la negativa del Partido Laborista a correr riesgos electorales, el manifiesto del partido no contendrá ninguna promesa que no haya anunciado previamente. Contará con varias fotografías brillantes del mismo Starmer, a diferencia del manifiesto conservador, que no incluía ninguna del primer ministro, Rishi Sunak.
El documento se estructurará en torno a las cinco misiones de Starmer para el gobierno: economía, educación, salud, energía y crimen. Un tercio, sin embargo, se dedicará a la economía. Los laboristas prometerán mantener el impuesto de sociedades al 25%, reformar el sistema de planificación para que sea más fácil obtener permisos para construir y delegar poderes sobre transporte, habilidades, vivienda y planificación a los alcaldes locales.
El manifiesto prometerá una serie de reformas laborales, que han sido debatidas con los sindicatos las últimas semanas. Pero en un golpe duro para algunos sindicatos del sector público, prometerá utilizar el sector privado para ayudar a reducir las listas de espera del NHS, el sistema nacional de salud británico, sin ningún límite de tiempo para hacerlo.