El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló este jueves por la noche, por primera vez, y tras cuatro meses y medio de guerra en Gaza, su plan para 'el día después' del conflicto, en el que detalló una Franja desmilitarizada, cuya seguridad dependerá de Israel y en la que no exista la UNRWA. En un documento, presentado ante el gabinete de guerra para su aprobación y publicado este viernes por la Oficina del Primer Ministro, Netanyahu ha recordado los objetivos a corto plazo: destruir las capacidades militares y la infraestructura gubernamental tanto de Hamás como de la Yihad Islámica, liberar a los rehenes e impedir que Gaza vuelva a ser una amenaza.
A medio plazo, el mandatario ha anunciado una Franja donde Israel mantendrá la libertad de operaciones militares "sin límite de tiempo", con un perímetro de seguridad en la divisoria y el control israelí de la frontera entre Gaza y Egipto para evitar la reaparición de "elementos terroristas en la Franja de Gaza". "La 'Valla Sur' funcionará, en la medida de lo posible, en cooperación con Egipto y con la asistencia de Estados Unidos, y se basará en medidas para impedir el contrabando procedente de Egipto, tanto subterráneo como aéreo, incluido el cruce de Rafah", detalla el documento.
Israel mantendrá el control de seguridad sobre Cisjordania y Gaza
También, Israel dice que mantendrá el control de seguridad sobre Cisjordania y Gaza, mientras que en el enclave "habrá una desmilitarización completa", más allá de lo necesario para mantener el orden público. Respeto a la administración civil y el orden público, estarían reguladas por funcionarios locales con experiencia administrativa alejados de "países o entidades que apoyen el terrorismo y no recibirán pago de ellos", dice el documento, que anuncia un "programa integral" de lo que llama desradicalización de las instituciones religiosas y educativas en el enclave, con la ayuda de otros países árabes.
Adiós a la UNRWA
A largo plazo, Netanyahu ha insistido en la negativa de un Estado palestino o de los "dictados internacionales sobre un acuerdo permanente" y ha previsto el fin de la Agencia de la ONU para los refugiados (UNRWA), "cuyos agentes estuvieron involucrados en la masacre del 7 de octubre", repite el texto, pese a la falta de pruebas concluyentes desde que Israel lanzara esta acusación sobre un grupo de ellos a finales de enero. "Israel trabajará para detener las actividades de la UNRWA en la Franja de Gaza y reemplazarlas con agencias de ayuda internacionales responsables", detalla el plan.
La respuesta de Palestina
La Presidencia palestina, liderada por Mahmud Abás, ha asegurado que no aceptarán una Franja de Gaza que no forme parte de un Estado palestino "con Jerusalén como su capital", en respuesta al plan de posguerra. “Gaza solo será parte del Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital”, ha dicho este viernes en un comunicado Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino Abás. "Cualquier plan contrario está destinado al fracaso", se advierte en el texto, en el que se denuncia que el plan de Netanyahu tiene como objetivo "perpetuar la ocupación israelí" de los territorios e "impedir el establecimiento de un Estado palestino" lo que, ha dicho, solo traerá nueva violencia e inestabilidad a la región.