La Base Naval de la Bahía de Guantánamo, que los Estados Unidos tiene en Cuba, ha vuelto a los titulares después de que el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, haya firmado una orden para ampliar su capacidad para acoger inmigrantes que no disponen de la documentación para vivir en territorio estadounidense. La base militar de los Estados Unidos en el Caribe se estableció en 1898 después de la salida de los españoles al perder la guerra que facilitó la independencia de Cuba. Los Estados Unidos consiguieron un arrendamiento perpetuo de la base en 1903, después de firmar un tratado con el primer presidente de la República de Cuba, Tomás Estrada Palma. A cambio de esta cesión, Washington se comprometía a respetar la soberanía de la nueva república, que en aquellos primeros años se había convertido en un protectorado de los Estados Unidos.
La relación entre las autoridades cubanas y los Estados Unidos se cambió a partir de la Revolución Cubana de 1959, capitaneada por Fidel Castro. En 1961 los dos países rompen relaciones. Y desde entonces, el Gobierno cubano considera la Base Naval como un territorio ocupado de forma ilegal, aunque su dominio fue otorgado por el tratado de principios de siglo XX. A finales del siglo, la base fue utilizada para recluir refugiados cubanos y haitianos que eran interceptados en el mar en su intento de llegar a los Estados Unidos. Los atentados de las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001 cambiarían la historia de la base, que se empezó a utilizar posteriormente como centro de detención de personas sospechosas de tener vínculos con Al-Qaeda y el ejército talibán, que fueron capturadas en Afganistán.
La guerra contra el "terror"
El Gobierno de los Estados Unidos no consideraba que las personas detenidas en Guantánamo, sitio donde por ejemplo está el único restaurante McDonalds de la isla, estuvieran amparadas por derechos constitucionales, porque aseguraba que la bahía se encontraba fuera de territorio nacional. Las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos han denunciado que la base se convirtió en un centro de detención donde se torturaba y se sometía a un trato cruel a los detenidos. Eso fue especialmente importante los años inmediatamente después del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, que es cuando empieza la llamada "guerra contra el terror".
En paralelo a este tipo de detenidos, la base ha conservado el llamado Centro de Operaciones Migratorias, que es el que ahora Trump quiere ampliar. Según una información de la agencia Associated Press, el centro no tendría la capacidad suficiente para acoger a las 30.000 personas que la nueva Administración de los Estados Unidos pretende enviar. Fuentes del Gobierno norteamericano han dicho a la prensa que las personas que decidan enviar a Guantánamo serán "lo peor de lo peor". Los planes del Gobierno de Trump ya han levantado la protesta del régimen cubano que, en un comunicado, ha denunciado la propuesta.