Polémica por unas declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, que ha atacado duramente el concurso de canciones de Eurovisión, acusando el acontecimiento, supuestamente, animar la "neutralización de género" y amenazar la familia tradicional.

En un discurso, Erdoğan ha descrito a los participantes del concurso como "los caballos de Troya de la corrupción social" y ha dicho que su gobierno ha hecho bien en mantener en Turquía fuera de esta competición desde el 2012. En una supuesta referencia a Nemo, ganador de la 68.ª edición del concurso con The Code, en una oda a la adopción del cantante de una identidad sin género. Es la primera vez que el ganador del concurso es abiertamente no binario. Un concurso que, durante mucho tiempo, ha sido un refugio seguro para la comunidad LGBTQIA+.

"Imposible encontrarse con una persona normal"

En un discurso cargado de odio, crítica y represión, el presidente ha soltado que "en estos acontecimientos, se ha vuelto imposible encontrarse con una persona normal". Hay que mencionar que el partido gobernante, Justicia y Desarrollo tiene sus raíces en el movimiento islámico de Turquía y el gobierno se ha vuelto menos tolerante con los derechos LGBTQIA+ en los últimos años.

"Entendemos mejor cómo tomamos la decisión correcta al mantener Turquía fuera de esta competición vergonzosa durante los últimos 12 años", ha afirmado. Erdoğan también ha denunciado el lunes una grave disminución de las tasas de natalidad en Turquía como una "amenaza existencial" y un "desastre" para el país.

La semana pasada, el Instituto Estatal de Estadística de Turquía anunció que la tasa de natalidad del país en el 2023 se había reducido a 1,51 niños por mujer. Hace tiempo que el líder turco pide a las familias que tengan al menos tres hijos.

Sin reconocer la comunidad LGBTQIA+

Hace unos meses, saltaba la noticia que el gobierno de Turquía había endurecido su postura con respecto a los derechos de la comunidad LGBTQIA+ en los últimos meses y ha acusado a la comunidad de querer ir en contra de los valores familiares tradicionales.

La homosexualidad no es ilegal en Turquía, pero la retórica anti-LGTBQIA+ y la discriminación siguen siendo comunes. Muchas personas han sido detenidas por participar en desfiles del orgullo en medio de un aumento de la intolerancia por parte del gobierno.

Hablando en un congreso del partido AKP el mes de noviembre pasado, Erdoğan proclamó que ni su partido ni sus aliados reconocerían la comunidad LGTBQIA+ en Turquía, según informó Reuters. "No reconocemos la comunidad LGTBQIA+. Los que se reconozcan pueden ir... Somos miembros de una estructura que sostiene sólidamente la institución familiar, que abraza fuertemente a la institución familiar... Secaremos las raíces de actos que buscan destruir nuestra institución familiar apoyando tendencias políticas, sociales e individuales perversas".