Las calles de Irán desbordan alegría y euforia por el ataque del régimen teocrático a Israel el pasado sábado. Mientras miles de iraníes afines al régimen salieron a celebrar los ataques como una victoria de la selección nacional por Teherán, otra presencia se ha endurecido por las mismas calles: la policía de la moral. El objetivo claro está: reimponer el uso del velo islámico, según informa EFE. Después de meses conteniendo su actividad después de las manifestaciones masivas por la muerte de Mahsa Amini, abogados y periodistas del país denuncian que esta autoridad del régimen vuelve a endurecer su tarea. La vigilia del ataque, The Guardian se hacía eco de que la televisión iraní dejaba en segundo plano la posible represalia del ataque a Damasco y animaba a la policía a hacer cumplir la obligatoriedad del velo. Con ataque y sin, el régimen vuelve a blandir los derechos de las mujeres como arma arrojadiza.
La llamada operación Luz ha intensificado la presencia de la policía en las calles y es la responsable de aplicar el estricto código de vestimenta islámico y de los arrestos de mujeres que no se cubren el pelo. "Me llevaron violentamente a una habitación y me dieron electrochoques [con una Taser]", ha narrado en su cuenta de X (antes Twitter) la periodista Donya Qalibaf, que ha sido detenida por no llevar el velo en una estación de metro. "Todo el tiempo tenía esposadas las manos", ha explicado.
La periodista Atefeh Mahmoudi también ha informado a través de las redes sociales de que fue rodeada por una furgoneta, tres motocicletas y un coche para ser arrestada por no llevar el velo. "Me rodearon como si quisieran atrapar a un delincuente peligroso", escribió en X cuando fue liberada después de firmar una carta en que se comprometió a utilizar el velo. El abogado Ali Mojtahedzade ha afirmado además que en una de las plazas del sur de Teherán, al lado de la sede de la Fiscalía, fue testigo de cómo "un agente de la Policía golpeó a una mujer y la lanzó contra una furgoneta por no llevar el hiyab".
El régimen reanuda el control
Después del asesinato de Amini, muchas mujeres en Irán decidieron dejar de llevar el velo obligatorio como protesta por esta imposición. Los últimos meses, el régimen ha visto cómo cada vez más mujeres pasaban de la medida o la tomaban de forma muy laxa. Por eso, progresivamente, la policía de la moral ha ido endureciendo sus prácticas. El mes de marzo, Amnistía Internacional ya advirtió de este retorno a la mi dura.
Ahora, el régimen se ve fuerte después del deseado y esperado ataque a Israel, que le ha llevado una muestra de gozo a las calles. Más fuerte que hace meses, la policía de moral recupera todavía más su fuerza y pone en el punto de mira las mujeres y el uso del velo.