Un menor de 13 años ha muerto en Utica —a 400 kilómetros—, asesinado por un disparo de un agente de la policía de Nueva York, tal como ha informado al propio cuerpo, de que también ha apuntado que el niño llevaba una pistola de aire comprimido. La víctima es Nyah Mway, de origen birmano. El niño y otro menor fueron parados por agentes cuando caminaban por la calle sobre las 22:20 horas, según la versión policial, y los dos encajaban con las descripciones de unos sospechosos de robo a mano armada y estaban en la misma zona y la misma hora al día siguiente. En un vídeo difundido en las redes sociales se ve el menor corriente por una calle oscura, mientras lo perseguían tres policías. Durante la persecución, Mway sacó "lo que parecía ser una pistola", según ha detallado la policía. Uno de los agentes consigue derrocar al adolescente y los otros se suman después mientras varios peatones increpan a los agentes.
Un tiro letal
El vídeo de la cámara corporal muestra cómo uno de los oficiales asegura que los tiene que registrar para encontrar armas. Inmediatamente, uno de los dos, identificado por la policía como Nyah Mway, huye, se gira y parece apuntarles con un objeto negro que los agentes creyeron que era un arma de fuego, aunque después se confirmó que era una pistola de aire comprimido o de perdigones con apariencia de Glock 17 Gen 5 y con un cargador desmontable. Durante el enfrentamiento en el suelo, un oficial de la policía "finalmente disparó su arma de fuego una vez, hiriendo al hombre" en el pecho, ha indicado el jefe de la policía, Mark Williams. El adolescente fue trasladado al Hospital donde no se pudo hacer nada y acabó muriendo.
13-year-old shot by Utica police after he pointed a replica handgun at the officers.
— Police Incidents (@PoliceIncident) July 1, 2024
Full video here:https://t.co/F8qAiKBcZB
On June 28. 2024, at approximately 2218 hours, Utica Police officers assigned to the Crime Prevention Unit conducted a stop of two males on the 900… pic.twitter.com/su4H84Mxhg
A pesar de las explicaciones de la policía, hay otro vídeo grabado por un testimonio y publicado en Facebook que muestra a uno de los agentes persiguiendo al joven y tirándolo al suelo. También muestra como el policía le da un puñetazo mientras llegan otros dos agentes. Se oye un tiro cuando el adolescente está en el suelo y los agentes se levantan con rapidez. Mientras tanto, varios ciudadanos que están por la calle increpan a los agentes. "Cuenta, cuenta. Se está grabando", llama a una de las mujeres presentes. ¡"Dios mío! ¡Le acaba de disparar"!, apunta otro. La policía se ha defendido y ha asegurado que este vídeo "no refleja el incidente al completo".
Indignación por la muerte del joven
Los familiares del joven buscan justicia y otros miembros de la comunidad de inmigrantes de Myanmar intentan presionar a los funcionarios locales para que rindan cuentas por lo que consideran un nuevo caso de violencia policial. La policía realiza una investigación interna para determinar si los agentes siguieron los protocolos y su instrucción. Utica es una localidad de 65.000 habitantes, donde viven más de 4.200 personas de Myanmar, según The Center, una organización sin hasta de lucro que ayuda a reubicar a los refugiados. Mway era un refugiado nacido en Myanmar y miembro de la minoría étnica karen. Los karen son una minoría étnica y uno de los grupos que combaten contra la junta militar que gobierna Myanmar, un país en el sureste asiático antes conocido como a Birmania. El ejército expulsó en el gobierno electo de Aung San Suu Kyi en 2021 y reprimió las amplias protestas no violentas que pedían la restauración del gobierno democrático.
Utica Police had a 13 year old boy pinned to the ground & they shot him. Yes I'm posting the video because the public needs to see what it's like being a minority, especially a child, in a low income neighborhood.pic.twitter.com/J3abIsQvrI pic.twitter.com/4HUWIipyIf
— Anthony Seoane (@AnthonyMSeoane) June 29, 2024
La rueda de prensa convocada por las autoridades por los hechos se convirtió en un acto de protesta contra la violencia policial con la asistencia de 50 miembros de la familia del niño muerto. "Nuestros padres no huyeron de la guerra para que la policía matara a sus hijos", se podía leer en uno de los carteles mostrados.