Las autoridades de la república rusa de Daguestán han elevado a más de 15 los policías muertos en los ataques terroristas de este domingo, en los que han muerto además varios civiles, entre ellos un sacerdote ortodoxo. "Más de 15 agentes de policía han sido víctimas del ataque terrorista, defendiendo la paz y la tranquilidad de Daguestán con las armas en la mano", ha dicho el gobernador de la república, de población mayoritariamente musulmana, Serguéi Mélikov, en un vídeo publicado en su canal de Telegram.

Ha agregado que las fuerzas de seguridad han liquidado a seis de los terroristas que han atacado dos iglesias ortodoxas, una sinagoga y un puesto policial en las ciudades de Derbent y Majachkalá, la capital daguestaní. Mélikov ha decretado tres días de duelo en toda la república, hasta el miércoles inclusive, y ha prometido asistencia económica a los familiares de las víctimas.

El Comité Nacional Antiterrorista (CNA) de Rusia ha levantado hoy el "régimen de operación antiterrorista", que restringe algunos derechos ciudades, en Majachkalá y Derbent. "En vista de que se ha eliminado las amenazas a la vida y la salud de los ciudadanos, se ha tomado la decisión de poner fin a la operación antiterrorista", ha señalado el CNA en un comunicado.

Dos atacantes han muerto

Según las autoridades, dos de los atacantes han muerto y otros dos han sido detenidos. En la televisión pública rusa se han difundido imágenes de la sinagoga de Derbent envuelta en fuego y densas columnas de humo. "El líder de Daguestán, Serguéi Mélikov, ha denunciado que estos atentados "son un intento de desestabilizar la situación" en la república, y ha llamado a la población desde Telegram a mantener la calma. "Lo que más quieren estos malditos es que cunda el pánico. ¡Los daguestaníes no les darán ese gusto!", ha señalado.

Ataques pasados a iglesias

El anterior ataque contra una iglesia en esta república tuvo lugar en febrero pasado, cuando un hombre armado disparó indiscriminadamente contra una multitud de personas que celebraban la fiesta rusa de la Máslenitsa, una festividad similar al Carnaval que precede al gran ayuno ortodoxo, y se cobró cuatro vidas. El atacante fue abatido por las fuerzas de seguridad, tras lo cual el grupo terrorista Estado Islámico asumió la responsabilidad del atentado sin presentar pruebas.