En la espiral cada vez más beligerante de Corea del Norte, a los pocos aliados que tiene el hermético régimen de Pyongyang los necesita más cerca que nunca. En esta línea, el régimen norcoreano ha anunciado que el presidente ruso, Vladímir Putin, se ha mostrado dispuesto a visitar el país. Se trata de la respuesta a la invitación a que el líder norcoreano Kim Jong-un hizo al presidente ruso durante la cumbre que compartieron los dos países.
Si bien los dos líderes se han reunido y han mantenido contacto en varias ocasiones, el hecho de que Putin visite el Estado norcoreano es un nuevo nivel por la relación entre los países. Putin habría comunicado su visita a la ministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, en una visita de cortesía de la canciller durante el viaje que hizo en Rusia entre los días 15 y 17 de enero, según ha informado este domingo a la agencia estatal de noticias KCNA.
Durante el encuentro, Choe le transmitió al mandatario ruso "cálidos saludos" de Kim y Putin le pidió que le enviara su felicitación de Fin de Año, mostró su "profundo agradecimiento una vez más por su invitación" para viajar a Pyongyang "y expresó su disposición visitar Corea del Norte en un futuro próximo", según narra la KCNA.
Más allá de las visitas
Estas visitas y encuentros van más allá de la anécdota que puede mostrar más proximidad entre los dos líderes. La visita de Choe a Rusia, que incluyó reuniones con el canciller Sergei Lavrov y con el viceprimer ministro Alexander Novak, se produjo "en un momento en que las relaciones amistosas y de cooperación entre los dos países han entrado definitivamente en el curso de un nuevo desarrollo integral", según el mismo medio estatal norcoreano.
Todo se tiene que poner en el contexto más amplio, donde Rusia tiene un frente de guerra en Ucrania abierto y Corea del Norte hace años que se arma hasta los dientes y nada más ahora ha roto la posibilidad de una reunificación pacifica con Corea del Sur. En esta línea, Pyongyang ha dado apoyo a la guerra de Rusia a Ucrania y habría estado suministrándole misiles balísticos, a cambio que Moscú le facilita asistencia militar en otros ámbitos.
Unidos por enemigos comunes
La cumbre del pasado 2023 entre los dos países dejó claro que los unían objetivos comunes. Sobre todo, enemigos comunes. En el encuentro, los dos países compartieron su preocupación "por la influencia negativa de los Estados Unidos y sus aliados", que "amenazan el ambiente de seguridad en la península coreana", y acordaron bregar con eso "mediante una estrecha cooperación", coincidiendo en que sus relaciones amistosas y su colaboración "sirven como una poderosa fortaleza estratégica", y se comprometieron a llevarlas más allá.