Cortada en el lecho rocoso de Jerusalén, la piedra de Jerusalén es una tradición centenaria de minería y elaboración de las piedras sagradas de la ciudad. Querida por la historia y admirada por su fuerza y belleza, la Piedra de Jerusalén es un testimonio eterno de la rica y vibrante cultura de la capital.
La antigua ciudad de Jerusalén es el hogar de muchos lugares históricos y sagrados y una rica fuente de minerales y otros recursos naturales. La geología única del área ha convertido Jerusalén en una fuente de recursos valiosos, y muchos de estos minerales se han utilizado para construir algunos de los edificios y monumentos más emblemáticos del mundo. Las operaciones de los arqueólogos en Jerusalén han continuado hasta hoy, con innumerables personas en todo el mundo buscando los tesoros escondidos de la ciudad.
No solo se utiliza en edificios históricos, todos los edificios de Jerusalén, mires donde mires, son del mismo color. De la misma tonalidad, de la misma piedra. En cierta manera, la piedra de Jerusalén se considera santa. La ciudad está construida principalmente con piedras de la antigua Jerusalén que se han colocado juntas con cuidado durante centenares de años, creando una ciudad con una arquitectura única. Los edificios de Jerusalén son casi como un libro de historia viviente, cada piedra contiene una historia de las diferentes culturas y religiones que han habitado dentro de sus muros, tal como describe el portal Gems of Jerusalem.
Las curiosidades del Muro de las Lamentaciones
El Muro de las Lamentaciones, que rodeaba el patio del Templo Judío en Jerusalén, está hecho de piedra de Jerusalén, un tipo de piedra calcárea que es autóctona de la zona. Se trata un lugar de peregrinaje para judíos y un lugar importante para visitantes de todas las religiones. El muro ha sido un lugar de plegaria, reflexión y luto durante siglos, y simboliza la fuerza, la resiliencia y la fe de la nación judía. Se cree que las oraciones judías pronunciadas en el Muro de las Lamentaciones son especialmente poderosas, y mucha gente va para rezar y ofrecer oraciones y deseos escritas en papel y depositadas a las grietas del muro.
Hace falta tener en cuenta, de hecho, que dos veces el año, se llevan los papeles, ya que si no, sería materialmente imposible conservarlos todos –la situación actual, por falta de turismo a consecuencia de la guerra, es visiblemente diferente. Otra curiosidad es que nunca se tiene que dar la espalda al muro. De hecho, después de hacer las oraciones y las peticiones hay que retirarse caminando hacia atrás. Puede resultar gracioso, pero tiene sentido si se piensa que es un lugar sagrado para la plegaria. Por otra parte, el Muro de las Lamentaciones es un recordatorio de la fuerza del pueblo judío y su fe indestructible en Dios.
¿Un ataque contra la identidad Palestina?
Según el portal The Architectural Review, sin embargo, el uso israelí de la piedra para construir una narrativa de continuidad en Jerusalén va acompañado de un intento deliberado de interrumpir la presencia palestina en la ciudad. La excavación de la historia israelí a la topografía rocosa de Jerusalén va acompañada de un proceso activo de excavación de la historia palestina de la ciudad. Las piedras de la ciudad dan testimonio de este proceso de borrado colonial, según destaca el mismo web. Asimismo, constata que los palestinos de Jerusalén viven bajo la amenaza constante de desalojos forzosos y demoliciones de viviendas.
Al contemplar Jerusalén desde el Monte de los Olivos, las baldosas y los tejados de Jerusalén dan una imagen de uniformidad visual, la piedra es el elemento en común. Pero el material ha definido también la trayectoria de la ciudad. La piedra calcárea de Jerusalén, extraída de las colinas que rodean la ciudad, así como otras colinas próximas a las tierras altas centrales de Palestina, ha sido el principal material de construcción de la ciudad desde la antigüedad. Es al mismo tiempo el material que sostiene su esqueleto estructural y el paisaje urbano con tono dorado. Generaciones de albañiles locales han cuidado durante mucho tiempo las cualidades y variedades del material; cada tipo de piedra tiene un nombre local basado en su textura, tono y maleabilidad específicos, destaca el mismo portal. Ya sea que acabe en el detalle arquitectónico más pequeño de la ciudad o en el monumento más grandioso, cada piedra es una contribución a los muchos sedimentos de materia y de historia que conforman Jerusalén. En este sentido, es materialmente imposible construir algo que no comparta estos colores.