La frase del título la dijo este martes Volodímir Zelenski ante el plenario de las Naciones Unidas. Rusia debería ser expulsada del Consejo de Seguridad o la ONU disuelta de una vez por todas, añadió el presidente de Ucrania tras acusar a Rusia de crímenes de guerra. También advirtió que las atrocidades descubiertas a raíz de la retirada del ejército ruso del oblast (provincia) de Kyiv pueden ser aun peores que las denunciadas en Bucha, donde se han encontrado más de 300 civiles torturados y/o asesinados, entre ellos Olha Sukhenko, la alcaldesa de Motyzhyn, y su familia, que se resistieron a la ocupación rusa. El Kremlin dice que es un montaje. En fin. Con todo esto, el diario progre francés Libération hace hoy esta portada, donde la foto del cadáver semienterrado del marido de la alcaldesa Sukhenko hace de caja de resonancia de las palabras de Zelenski:

Libé

Libération del 6 de marzo del 2022

Zelenski también se dirigió ayer al Congreso español. Exhortó a los diputados a recordar Gernika, el ataque aéreo del 26 de abril de 1937 contra esa villa vasca de la aviación legionaria nazi (la Legión Cóndor) y fascista al servicio del golpe de estado del general Franco. Se atacó a la población civil indefensa con el propósito de acoquinar al enemigo y mejorar la técnica del bombardeo en picado. Zelenski utiliza este artefacto retórico en todos sus discursos y lo adapta a cada país: a los legisladores de los EE. UU. les recordó el 11-S y a los de Israel, el Holocausto, por ejemplo. La "comparación española" está muy bien buscada. Gernika tiene mucha fuerza al menos por dos motivos. Uno porque Franco y el franquismo siempre alegaron que fue el ejército republicano en retirada el autor del incendio de la villa, como hace el presidente ruso Vladímir Putin con las masacres de Bucha, Írpin, Borodyanka (culpar a los ucranianos)…, de manera que, para los periodistas más avisados —han sido pocos— el presidente ucraniano equipara a su colega ruso con el franquismo, el nazismo y el fascismo, que en Gernika actuaron de forma combinada y tuvieron luego el cinismo de culpar las víctimas. El segundo motivo es que Zelenski ha recordado Gernika en un Congreso donde no son pocos los diputados que mantienen actitudes tibias con el franquismo, y hasta hay quien lo defiende o lo añora. El PP, por ejemplo, aun tiene que condenar la dictadura negro sobre blanco y, entre otros, uno de los cabecillas del grupo de Vox —su portavoz, Espinosa de los Monteros— es nieto del embajador de Franco en la Alemania nazi. Si Zelenski quería remover el hormiguero, no podía usar mejor bastón que Gernika.

Pues bien, con todo este material, los diarios de Madrid y de Barcelona solo han sido capaces de hacer titulares planos, administrativos y vulgares, amparados en fotografías lejanas del hemiciclo lleno como un tintero, ayer sí, porque para sus señorías era día de alarde. Solo se salva el Ara, tú solo verás el porqué. Es penosa la incapacidad casi sistémica de los diarios impresos para hacer portadas memorables los días memorables. Las de ayer puedes verlas debajo de este texto y, si eres de los que frecuentan Quioscos & Pantallas, ya tienes criterio para juzgarlas. Encontrarás antes algunas del Libération de estos días —como la de antes— para que quede claro el concepto de "portada memorable". No es más que estar a la altura del momento y dejar de pensar la primera página del diario como un pasante, un chupatintas o un pinchaúvas.

BOLA EXTRA. Este tuit de Xavier Aldekoa, corresponsal volante de La Vanguardia en África:

Libé 2

Libération, 4 de abril del 2022

Libé 3

Libération, 30 de marzo del 2022

Libé 4

Libération, 11 de marzo del 2022

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