La ola de coronavirus en China no da tregua. No hay datos oficiales porque el gobierno decidió dejar de publicarlas, por lo tanto, se hace difícil de saber exactamente el alcance de los contagios. En las ciudades, los contagios van que vuelan, pero las zonas rurales también son un peligro. Con los campos en expansión y los recursos escasos, China intenta reforzar las instalaciones médicas. Centenares de miles de trabajadores migrantes se preparaban para volver a su casa para las festividades del año nuevo chino. La mayoría de estas fábricas situadas en la costa sur y este, vuelven a las zonas rurales y al campo para celebrar estas festividades, que empezarán el 22 de enero. De hecho, los cálculos del ministerio de Transportes es que estos viajes duren 40 días. Es decir, que empiecen el día 7 de enero y se alarguen hasta el día 15 de febrero.
Después de haber impuesto el régimen de confinamiento y pruebas inacabables de covid durante casi tres años, China ha decidido levantar las polémicas políticas de covid cero. A principios de mes, se levantaron las restricciones y también se dijo adiós a las medidas. En este sentido, el frágil sistema de salud ha quedado al descubierto, como también las bajas tasas de vacunación de la población, especialmente entre la población más vulnerable.
El levantamiento de las restricciones, después de protestas generalizadas contra las medidas, implica que ahora la covid se está propagando sin freno y sin control y seguramente infectará a miles de personas cada día, según expertos internacionales en salud. China ha informado oficialmente de una nueva muerte por coronavirus este miércoles, pero los gobiernos extranjeros y epidemiólogos creen que las cifras son mucho más altas y que más de un millón de personas pueden morir en el país en este próximo año.
Presión en los hospitales y las funerarias
Los hospitales y las funerarias de las principales ciudades chinas han estado bajo una intensa presión, pero la principal preocupación sobre la capacidad del sistema de salud por hacer frente a las crecientes infecciones se centra en las zonas rurales menos prósperas y mal equipadas.
El diario estatal China Daily informó el jueves que las regiones rurales de China estaban aumentando las capacidades de tratamiento médico y asegurando la disponibilidad de equipos de apoyo vital y camas de cuidados intensivos.
Dijo que un hospital en una parte de Mongolia Interior donde viven más de 100.000 personas en el campo estaba buscando postores para un contrato de 1,9 millones de yuanes (255.989,23 euros) para convertir sus salas en unidades de cuidados intensivos.
Se espera que la segunda economía mayor del mundo sufra una desaceleración en la producción de las fábricas y el consumo interno a corto plazo a medida que los trabajadores y compradores se pongan enfermos, pero también se prevé que se recupere a finales del próximo año una vez que la ola de covid disminuya.
La reapertura de China también aumenta las posibilidades que los turistas chinos devuelvan en las calles comerciales de todo el mundo, aunque algunos países están desconcertados por la magnitud del brote y son escépticos con respecto a las estadísticas de covid de la capital china.